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Se llevan a los hijos del cole porque había 100.000 abejas

Los insectos estaban repartidos en siete colmenas en el techo de una de las aulas

Varios momentos de la actuación de los apicultores en el colegio Óscar Esplá para retirar vivas miles de abejas, aunque algunas perecieron como muestra el suelo. Héctor Fuentes

Más de 100.000 abejas que anidaban en el sobretecho del colegio público Oscar Esplá Más de 100.000 abejas han obligado a cerrar temporalmente una de las aulas de sexto curso, con alumnos de once años, hasta retirar todas las colmenas.

Pese a que el centro únicamente advirtió ayer del cierre de dicha aula, desplazando a esos alumnos a otras de las clases, la mayoría de los padres de los 400 niños restantes se llevaron a sus hijos a casa, temerosos de que recibieran una picadura, como contaba María José Peinado. «Ni las he visto, porque no me atrevo a entrar, pero mucho menos dejo a mis hijos allí», señalaba mostrando el cartel que anunciaba el cierre de un aula por la presencia de abejas.

«Sabiendo que hay abejas en el centro, que vuelan y a saber a dónde van por buscar la colmena que les han quitado, antes que a urgencias a mis niños me los llevo a casa», decía alarmada.

En el colegio entienden que por precaución los padres se llevaran a los niños a casa, pero insisten en que no depende de la dirección que se suspendan las clases. «Se informó de la actuación que se iba a hacer tanto a la Concejalía de Educación como a la Conselleria de Educación, y nadie ha indicado que los alumnos dejaran de venir».

Hace meses que el centro venía observando la aparición de abejas y solicitó una actuación porque hay algún alumno alérgico a las picaduras. Este domingo, por fin, apicultores y bomberos, con la ayuda de albañiles cedidos por el Ayuntamiento, picaron la pared del aula y retiraron hasta siete panales, desde las siete de la tarde hasta las doce de la noche.

Ayer, lunes, volvieron a primera hora y siguieron retirando panales con miel -que se va a poder aprovechar- y colmenas hasta pasada la una del mediodía. «Tratamos de aspirarlas para mantener vivas a la gran mayoría. Habremos salvado más de un 99% de los insectos pero al menos un millar han perecido», explicaba uno de estos profesionales.

Los dos panales más grandes albergaban entre 50.000 y 60.000 abejas cada uno y llegaban al techo del aula. «Aunque el enjambre lo quitamos la noche del domingo, abejas que se esconden vuelven a lo que era su morada y pese a que se ha cerrado ya la piquera o puerta de entrada a las colmenas, tendrán que volver los bomberos porque algunas vuelven a reagruparse allí», alertaron.

Pascual Marco, uno de los apicultores, insistía ayer en que cuando se les remueve, las abejas «buscan una salida, no nos atacan», aunque entiende la prevención de los padres. «Quedarán abejas algunos días y esta aula en concreto hace falta limpiarla», sopesó.

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