El empresario Enrique Ortiz ha declinado hacer declaraciones tras la reunión que ha mantenido hoy en el consistorio con el gobierno local de Alicante y la oposición municipal, un encuentro que ha calificado de "cordial".

A la salida del consistorio, tras el encuentro, que ha durado cerca de una hora, Ortiz, el mayor contratista de la ciudad e imputado en ramas de los casos Brugal y Gürtel, ha sido abordado por los periodistas, quienes le han seguido andando varios metros por la calle para recabar su valoración de la reunión, antes de que se metiera en un vehículo (un deportivo), que había llegado instantes después.

A pesar de la insistencia de los profesionales de los medios de comunicación, el constructor ha manifestado que lo sentía pero que no iba a realizar declaraciones por "respeto a ellos", en alusión al gobierno municipal, que ha ofrecido una rueda de prensa posterior a la reunión.

A la pregunta de cómo se había sentido en el encuentro, el empresario ha dicho: "Muy bien; muy a gusto".

"¿Que sensación se lleva?", le ha inquirido una periodista, a lo que Ortiz ha contestado: "Buena".

"No voy a hacer declaraciones. Ha sido una reunión cordial", se ha limitado a señalar el empresario ante las reiteradas cuestiones que le formulaban los medios de comunicación.

Ortiz había solicitado este encuentro con el gobierno local y la oposición municipal para abordar cuestiones relativas a su grupo empresarial.

Esa petición se produce después de que el Ayuntamiento recibiera un escrito de la promotora de la ATE de Rabassa, Alicante Avanza S. L. -participada por Ortiz-, en el que amenazaba con iniciar acciones legales contra el consistorio por pedir la retirada de la ATE, negociar una ubicación distinta a Rabassa y un proyecto diferente, y promover la catalogación de las Lagunas de Rabassa como humedal, según fuentes municipales.