«No ha habido agresión. Ha sido un golpe fortuito que ha reabierto una herida recinte». Con un tuit en el que se pronunciaba en estos términos, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, dejaba claro así, al filo de las tres de la tarde, que no hubo agresión contra él por parte de los estudiantes que habían irrumpido e interrumpido la cumbre. Estas palabras llegaban después de que, a lo largo de toda la mañana, lo que se había asegurado era que la herida que llevaba el rector en la pierna era fruto de una patada por parte de uno de los estudiantes que había recibido cuando intentó convencer a los jóvenes para que abandonaran el auditorio y, con ello, poder seguir con la jornada.