«Hay que traer de nuevo el diálogo intergeneracional. A veces no se valora el pasado. Para la gente de mi generación, de todos los intervinientes en esta reunió, la democracia fue una conquista. Para mucha gente joven es solo un dato». Rebeca Grynspan, que en Iberoamérica ocupa el cargo equivalente a la Comisión Europea, la globalización también alcanza a las políticas y al pensamiento. «Es necesario que entendamos el mundo en que vivimos, y no solo el lugar donde vivimos». Estamos entrando, dijo, en una nueva civilización por obra de la era digital, que también cambia la manera de hacer política. En ese cambio también es esencial el papel de la mujer. «Es un cambio de época, no solo una época de cambios», añadió. Los otros dos aspectos que corroboran el cambio de civilización son la movildad geográfica (ya no hay restricciones en este sentido) y los nuevos actores de la globalización. Solo la Fundación Blil Gates tiene más recursos que los cuatro principales programass de actuación de la ONU.