Alicante está tan sucia que serán necesarias 2.200 jornadas efectivas de trabajo extra a cargo de 30 trabajadores especialmente contratados por la empresa para sanear a fondo la ciudad durante los dos próximos meses. Son las líneas generales del plan de choque de limpieza intensiva que presentó ayer la concesionaria que tiene la contrata más cara jamás firmada por el Ayuntamiento. Una UTE integrada por Cívica, FCC y Ferrovial que en 2016 recibirá 36 millones de euros por mantener la ciudad en condiciones, motivo por el que el gobierno local exigió que este plan intensivo supusiera un coste cero para las arcas municipales después de que el empresario Enrique Ortiz, que participa en la UTE, exigiera más dinero por ello.

El tripartito está satisfecho ya que la empresa se ha comprometido a asumir la actuación y la contratación de 30 operarios más, que se sumarán a la plantilla habitual, para una actuación que comenzará en diez días (25 ó 26 de octubre), con un ámbito de actuación del 100% de la ciudad en distintos grados, según adelantaron el edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, y el portavoz del ejecutivo municipal, Natxo Bellido, al término de la reunión en la que participaron junto al alcalde, Gabriel Echávarri; el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón; los portavoces de los grupos de la oposición, Asunción Sánchez Zaplana (PP) y José Luis Cifuentes (Ciudadanos), con los representantes de la empresa.

La concesionaria de limpieza ha dividido la ciudad en cinco áreas para aplicar el plan de choque, que será especialmente intensivo en cuatro de ellas, que se corresponden con los barrios. La quinta abarca el centro de Alicante y la zona de playas, donde también se actuará pero básicamente con acciones de refuerzo de la limpieza ordinaria al entender, tanto la empresa como la Corporación, que están en mejores condiciones.

Previsiblemente hoy se decidirá por dónde se empezará así como la planificación global, que prevé alternar barrios del norte y del sur de Alicante, y limpiar durante varios días de forma intensiva una zona antes de empezar con otra, aseguró el edil de Medio Ambiente. Explicó que en todos los barrios se realizará un tratamiento específico de manchas (chicles y otras) en el pavimento, aceras, paredes, esquinas y calzadas mediante vehículos hidrolimpiadores con dos operarios, y se actuará con un énfasis especial, aseguró, en las zonas más degradadas y en el entorno de los contenedores.

La UTE también realizará una campaña específica de retirada de «voluminosos», es decir, de enseres, con un camión de apoyo. Además, se reforzará en algunos puntos la recogida de los contenedores selectivos, que además se repintarán, al considerar Medio Ambiente que presentan un nivel de deterioro importante. También se repondrá la información con los horarios para tirar la basura y teléfonos para la recogida de enseres. La empresa Ecoembes pone a disposición del Ayuntamiento una treintena de nuevos depósitos y se repondrán 700 papeleras en toda la ciudad. Sin olvidar el servicio ordinario, puesto que se intensificará el saneamiento de alcorques y solares, el barrido manual, los baldeos y la limpieza de las papeleras.

La empresa y el tripartito se reunirán cada 15 días para evaluar la marcha del plan de choque, que servirá para reestructurar el actual sistema de limpieza a partir del 1 de enero de acuerdo a las necesidades de cada barrio según su estructura urbanística y densidad de población.

Por otra parte, en un mes está prevista una reunión específica para abordar la problemática de la planta de basuras de Fontcalent tras las quejas de vecinos por malos olores. En este punto, Domínguez dijo que en 2016 se eliminará el cuarto turno de trabajo al dejar de recibir 55.000 toneladas de basura de fuera, que supone actualmente el 55% del total que trata la instalación, algo que se quiere suprimir durante la legislatura. Consiguiéndolo y con un aumento de la materia reciclada, auguró que se reducirán las molestias y no habrá que abrir la quinta celda.