Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El nuevo paseo de Urbanova se inunda de aguas fecales por el deficiente alcantarillado

Los vecinos denuncian imperfecciones en la obra, inaugurada en julio, tras anegarse la zona

El paseo inundado tras la tormenta. INFORMACIón

Convertido en un lodazal de aguas residuales resbaladizo y del que emanaba un olor pestilente. Así amaneció ayer, tras las lluvias de la tarde anterior, el paseo marítimo de Urbanova que inauguró en julio el alcalde, Gabriel Echávarri. Es una obra heredada del anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento, que gastó 453.000 euros en reformar el paseo, de 1,5 kilómetros, en respuesta a lustros de reivindicaciones vecinales. Una cantidad que se eleva a 700.000 euros sumándole el muro de la playa.

Sin embargo, la tromba de agua puso de manifiesto imperfecciones en el proyecto, sobre todo deficiencias en el alcantarillado, que rebosó, algo que no ocurrió durante décadas con el anterior paseo. El agua de lluvia se mezcló con las residuales no sólo en el pavimento. Llegó hasta la arena de la playa y anegó varios locales, sobre todo en la zona central de Urbanova, donde alcanzó los 30 centímetros en el restaurante Govana. Su propietario, José López, que recibió ayer mismo a peritos del Consorcio de Compensación de Seguros, calculó los daños en un mínimo de 20.000 euros ya que la crecida inutilizó los motores de cámaras frigoríficas y otras máquinas.

Las aguas negras y el barro también cubrieron los locales del botiquín de socorrismo y de la comunidad de propietarios del edificio Urbanova 2. Su vicepresidente y vocal en la asociación de vecinos, Pablo Cordero, denunció la pérdida de documentos, y el gasto que les supondrá el arreglo de los porteros automáticos de los accesos al paseo, que se estropearon. Además, temen que el muro de la urbanización, que tuvieron que cambiar durante las obras del paseo por exigencia del Ayuntamiento y que les costó 57.000 euros, se venga abajo puesto que es la segunda vez en dos meses que embolsa agua. En la anterior, explicó, nadie limpió la suciedad que afloró y llegó hasta la arena.

Ayer, los afectados llamaron a un ingeniero, que levantó informe puesto que, según avanzó Cordero, «presentaremos una demanda contra el Ayuntamiento» por lo que consideran una obra mal hecha puesto que, aseguran, advirtieron a los arquitectos de diversos defectos. Como el diseño a dos aguas del paseo, su inclinación hacia las urbanizaciones y la falta de drenaje, explicó Vicente Buades, residente en Urbanova y concejal de Ciudadanos, grupo que sigue sufriendo goteras en sus oficinas municipales y que presentará una moción al pleno sobre lo ocurrido en Urbanova junto al informe pericial encargado por los vecinos.

Según denuncian varios propietarios y uno de los encargados de la promotora que urbanizó la zona, Fermín Jiménez, los imbornales que hace 40 años se instalaron cada 12 metros a lo largo del paseo conectados a un tubo que desembocaba al mar se suprimieron durante las recientes obras. «El alcantarillado es viejo y está saturado. Al haber quitado los imbornales, rebosan las aguas fecales y de lluvia. La única solución es abrir zanjas y poner rejillas a lo largo del paseo, porque levantarlo de nuevo sería muy costoso», dijo. Este diario ha recogido numerosos problemas desde que se inauguró la reforma, como las piedras abandonadas en la arena, los escalones de acceso a los restaurantes que se hicieron para salvar el desnivel del suelo y que han provocado caídas, y el diseño del murete en hormigón prensado discontinuo. Se quedó sin lijar y en plena temporada turística causó heridas y fracturas a varios niños que pasaban a través de sus hendiduras.

Aliviaderos

Las tormentas del martes llenaron en tan sólo 90 minutos el tanque anticontaminación de Aguas de Alicante en el barrio de San Gabriel, con una capacidad de 60.000 metros cúbicos. Según informó la empresa, una vez agotada la capacidad del depósito, las estructuras de alivio de la red de alcantarillado al barranco de las Ovejas funcionaron de forma adecuada para dar salida a los caudales pluviales que circulaban por las galerías. Este depósito equivale a más de 24 piscinas olímpicas y recoge el agua sucia que discurre por la red de alcantarillado que la depuradora del Rincón de León no puede asumir en momentos de exceso de lluvias.

Según los pluviómetros de la empresa, entre las 19 y 23 horas se acumularon hasta 47 litros por metro cuadrado en el centro de Alicante, con intensidades máximas de 37 litros en una hora, y de 35 litros en la zona de la Playa de San Juan, con intensidad máxima de 62 litros en una hora. Algo que obligó a activar por primera vez el sistema antiinundaciones del parque inundable «La Marjal», que entró en funcionamiento entre las 19.10 horas y 19.30 horas para almacenar dos millones de litros de pluviales, lo que evitó la inundación en la zona baja de Pintor Pérez Gil y el entorno de la urbanización Hoyo 1. El riesgo de gota fría continúa.

Compartir el artículo

stats