«Nos han dado dos vueltas de campana en un coche simulado a 20 kilómetros hora para que sepamos las consecuencias de una conducción irresponsable. Ha sido terrible». Jóvenes universitarios entre 18 y 25 años se acercaron ayer a las carpas de seguridad vial que montó Michelín dentro del proyecto de Universidad Saludable del que participa Alicante, junto a otra veintena de centros, y probaron sus conocimientos y pericia al volante a través de juegos y simuladores.

«No sabía que había una forma correcta y otra incorrecta de ponerte el cinturón de seguridad», apuntaban estudiantes de Historia. El mareo que experimentaron con las gafas que simulan estar drogado fue monumental, en palabras de quienes las probaron: «No es posible dar un paso, imagínate coger el coche». La Guardia Civil de Tráfico colaboró con pruebas tanto de alcoholemia como de drogas, y hubo quien, habiendo consumido, se ofreció a soplar para comprobar que «la máquina va bien».