Educación piensa llevar a la práctica la demandada reducción del número de alumnos por aula a partir del arranque de las aulas de niños de dos años en los primeros trece colegios de la provincia.
Conforme estos poco más de 200 niños -que desde hoy estrenan la escolarización a esta edad temprana en colegios públicos- vayan pasando de nivel a las aulas de 3, 4 y 5 años progresivamente, la conselleria irá disminuyendo las exigencias de alumnos por aula.
Así lo han comunicado recientemente responsables del departamento que dirige el conseller, Vicent Marzà, a los representantes de la Federación Provincial de padres de alumnos, Gabriel Miró, quienes al igual que el conjunto de los sindicatos docentes, siguen insistiendo en la necesidad de rebajar la ratio como una de las premisas fundamentales para atajar las elevadas cifras de fracaso escolar.
«Desde la confederación Covapa mantenemos la reclamación de lograr una oferta pública y gratuita en la enseñanza desde los 0 a los 18 años porque pedagógicamente, cuanto más temprano se incorporen los niños más fácil será compensar sus necesidades de todo tipo, no sólo educativas, porque la socialización es también muy importante». Ramón López, presidente de la FAPA Gabriel Miró, que a su vez integra Covapa, añade que cuanto antes detecte el sistema posibles déficits, mejor se podrá combatir el fracaso escolar.
«Por mucho que uno pueda estar con su hijo en casa a esas edades no implica que se les haga un favor, porque además de los valores de la familia se les debe inculcar otros», recalca López sobre la conveniencia de generalizar las aulas para los niños pequeños.
Hoy mismo arrancan por primera vez en trece colegios de la provincia las primeras aulas para niños de dos años en centros públicos, a los que se incorporarán hasta 234 admitidos, sólo 18 por cada aula.
Estos mismos niños cuando pasen al aula de tres años el curso que viene, rebajarán las actuales ratios de hasta 30 alumnos por clase, con el propósito, según Educación, de ir disminuyendo progresivamente su número conforme suban de nivel.
El arranque también progresivo de estas aulas año tras año, y conforme se detecten las necesidades de matrícula en los distintos núcleos poblacionales así como la disponibilidad de espacios en los distintos colegios públicos, propiciará a su vez un descenso de ratios progresivo y acorde con los escasos recursos disponibles, tal y como explicaron desde la conselleria.
De 0 a 2 años, en la privada
Educación mantiene por otra parte la postura de circunscribir la apertura de los colegios públicos a los niños de 2 años, sin hacerlo extensivo a los de cero y hasta dos años de edad, que deberán seguir acudiendo a las escuelas infantiles homologadas. «Ni se van a construir centros ni se va a generalizar la escolarización desde los cero años, pero en los centros de infantil existentes para los bebés el actual bono generalizado dará paso a becas en función de la renta», reiteran en la conselleria. Al margen de las plazas públicas existentes, a su vez, para los más pequeños en las escuelas infantiles municipales.
Está previsto que hoy acudan a los trece primeros colegios escogidos para niños de 2 años, los 34 educadores contratados en toda la Comunidad, uno por aula, junto a un maestro. Desde la federación de padres recuperan la eterna reivindicación de que los educadores, actualmente personal laboral dependientes de Función Pública, pasen a incorporarse a la plantilla de la Conselleria de Educación «para que sus horarios y jornadas coincidan con las de los maestros y no se produzcan desajustes», puntualizan los padres.
