Los niños de Agres estuvieron dos años recibiendo las clases en la Casa de Cultura porque el aulario estaba en obras, después de que se hubiera deteriorado por su antigüedad y de haber reclamado con insistencia a la Conselleria que lo mejorara. La exigencia de unas condiciones adecuadas para las escuelas rurales -con esta situación como ejemplo- y su papel como catalizadores para el mantenimiento de la población fueron hace un par de semanas el tema central del Aplec de la Mariola, encuentro cultural que reúne a entidades de los pueblos de la zona y que se celebró en Agres.
Rosa Pascual y Pep Pont, miembros de la organización, explican que quisieron dedicar la cita a este tema «por el valor social de la escuela rural», y porque si no se dan las condiciones adecuadas «se facilita que la gente se vaya de los pueblos». En el encuentro participaron, entre otros, docentes del CRA Mariola-Benicadell, quienes defendieron los valores de este modelo educativo. En este sentido, Pascual y Pont hacen hincapié en el contacto con el medio, la «implicación de los padres» y los «proyectos pedagógicos innovadores» que hacen que esta escuela «no suponga ninguna desventaja», sino al contrario, en relación a la de entornos más urbanos.
También desde el sindicato STEPV en Alicante insisten en la «importancia» del mantenimiento de las escuelas en las zonas rurales «para garantizar que el alumnado tenga la atención educativa que se merece», además de «evitar el despoblamiento» de estas comarcas y «vertebrarlas». Por este motivo, ponen énfasis en que «hay que volver a las ratios anteriores» a los recortes aplicados durante la legislatura pasada, «y autorizar unidades en el medio rural». El curso pasado, en los CRA de la provincia se suprimieron dos unidades de Infantil, aunque se creó una nueva de Primaria. Eso sí, en Valencia y Castellón sí hubo ajustes bastante más importantes.
