Marchando por el buen camino pero todavía muy lejos del volumen de negocio que mueven las grandes dársenas del sector. El puerto de Alicante ha aumentado hasta el mes de agosto de este año un 87% su número de cruceristas con respecto al mismo periodo de 2014 según datos de Puertos del Estado: así, el muelle alicantino ha acogido la visita de 35.247 turistas de cruceros en estos primeros ocho meses de 2015 frente a los, 18.838 pasajeros de la anualidad anterior. Son 13.409 cruceristas más desembarcados.

Desde un punto de vista estadístico, el crecimiento es incuestionable: no en balde, entre los doce puertos españoles más importantes en este tráfico, Alicante fue el que más creció en términos porcentuales. Ahora bien, en realidad son guarismos engañosos. Todavía queda mucho por hacer. El recinto alicantino continúa muy alejado de sus directos competidores, que son Cartagena y Valencia, a pesar de que en este caso sus incrementos durante este año han sido mucho más modestos: un 7% en la dársena murciana y un 9% en la valenciana, hasta los 87.631 y 218.419 cruceristas respectivamente.

Hay otra evidencia de que Alicante todavía está en un escalón muy bajo de este negocio: ahora mismo y de seguir esta tendencia, el muelle dista mucho de alcanzar el objetivo marcado a principios de año por el anterior presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Ferrer, quien estimó en 90.000 los cruceristas que llegarían a la ciudad a bordo de 49 buques al finalizar 2015.

Por fin, Alicante apenas es una gota en el océano del tráfico de cruceros en toda España, que hasta este agosto de 2015 había recibido 5,14 millones de cruceristas, un 11,53% más que en 2014. En cuanto al número de buques, de enero a agosto llegaron a puertos españoles 2.220 cruceros, 57 barcos más de este tipo, lo que supone un incremento del 2,64% con respecto al anterior ejercicio.

Los puertos de Barcelona, Baleares, Las Palmas, Tenerife y Bahía de Cádiz fueron las principales zonas de atracción de este segmento, concentrando más del 83% del tráfico de cruceros. Todas estas dársenas crecieron en número de pasajeros durante el último año. En cambio , Bilbao y A Coruña empeoraron sus estadísticas.