La ley permite a los comercios de menos de 300 metros cuadrados abrir hasta 90 horas semanales por lo que la gran mayoría de los establecimientos del centro histórico de Alicante ya pueden levantar la persiana los domingos y festivos, y pese a ello eligen no hacerlo. Sin embargo, el alcalde, Gabriel Echávarri, apuesta por ese perímetro para la nueva Zona de Gran Afluencia Turística, una figura que el Gobierno obliga a los municipios turísticos a tener y que se creó para que los centros comerciales situados en el corazón de las ciudades pudieran abrir.

Con el rediseño, que no supresión, de la Zona de Afluencia Turística de Alicante, como precisó ayer Echávarri, el primer edil quiere evitar la apertura de la única gran superficie con libertad horaria, El Corte Inglés, desde que hace dos años lo aprobó el Consell a instancias del anterior gobierno local.

El cambio en el área delimitada, que incluiría la trama urbana entre la Rambla y la Montañeta y las cuatro calles que hay desde la Explanada hacia arriba, se abordará el día 21 en el Consejo Local de Comercio, «y si hay consenso, en ningún caso habrá una gran superficie», dijo ayer Echávarri. Ese dictamen se elevará a la Conselleria de Comercio, con la intención de que entre en vigor antes de que acabe el año, pese a que el Consell aún no se ha pronunciado sobre la retirada de la actual Zona de Afluencia Turística, tal y como solicitó el pleno en julio. Por entonces la patronal alicantina del comercio (Facpyme), ya advirtió que habrá que pelear esa modificación en Madrid con el Gobierno Central, algo que no comparte el director general de Comercio, quien dijo en Alicante que el Consell llegará a los tribunales, si es preciso, para pelear la libertad horaria al estar transferidas las competencias en comercio.

El primer edil invitó por otra parte a la terminal de cruceros a promocionar entre los turistas que llegan en barco el centro tradicional y los barrios, frente a los centros comerciales. «Vamos a hablar con la terminal. No puede ser que anuncien cuatro grandes superficies como si no hubiera más sitios para comprar». Echávarri, que hizo estas declaraciones durante la inauguración de Alicante Fashion Week, estuvo ausente por este motivo de la apertura de la III Feria del Comercio Alicantino, que se celebra en el paseo de Soto hasta el próximo lunes aprovechando el puente del Nou d'Octubre y del Pilar.

Treinta y cinco establecimientos muestran sus productos con ofertas y descuentos en una feria que pretende convertirse en una exposición de lo que ofrece el comercio de la ciudad. De ahí que haya abandonado la denominación de outlet. «Este tipo de oferta tenía un efecto muy llamativo por los descuentos a veces brutales pero no era real. Lo que queremos es mostrar el comercio cercano», dijo Pedro de Gea, asesor de la Concejalía, durante la inauguración de un evento organizado por la Federación de Comerciantes y Empresarios de Alicante (Fecoema), y el Ayuntamiento. Entre los establecimientos hay moda de caballero y de señora, infantil, calzado, marroquinería y bolsos, peletería, lencería, artículos deportivos y colchonería. El horario de la feria será de 10 a 22 horas.

Mari Ángeles Cinos, presidenta de Fecoema, destacó las perspectivas de consolidación y alta ocupación. La organización espera que pasen por las carpas de la feria más de 90.000 personas, un 20% más que el pasado año, gracias al puente y a la ubicación, en Soto, donde quieren que se mantenga. Con ese fin están recogiendo firmas. El asesor de Comercio anunció que el Ayuntamiento quiere regular la celebración de estos eventos dentro del consejo local ante el aluvión de peticiones de ferias, ocho, que han recibido.

Durante este puente se celebrará asimismo en la plaza de Séneca el I Food Tour Itinerante. Ayer se realizó una degustación de propuestas a cargo de los cocineros, Kiko Moya, de L'Escaleta; María José San Román, del Monastrell, y Johann Wald (chef oficial del CPFT).