Ramón Riquelme, histórico dirigente de la hermandad de Santa Cruz, la más numerosa de la Semana Santa de Alicante, abandona el cargo tras 29 años en la presidencia para dar paso «a los más jóvenes», explicó ayer. La hermandad, formada por más de 1.200 cofrades, celebrará mañana viernes una asamblea para elegir al nuevo presidente en un proceso al que concurre una única candidatura, encabezada por uno de los hijos de Riquelme.

«Hay un grupo de chavales jóvenes, que van a coger el relevo, aunque seguiré en la directiva como vocal», explicó ayer Ramón Riquelme, de 68 años, y que deja el cargo por cansancio. «Tengo los pies un poco mal y ya no estoy para subir tantas escaleras, he preferido delegar». Riquelme se refiere al recorrido de las emblemáticas procesiones de Santa Cruz por las estrechas calles y escalinatas del Casco Antiguo. La hermandad tuvo su origen en el siglo XIX y se reorganizó en 1945.