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Padres del Gabriel Miró denuncian la suciedad bajo el Puente Rojo

Aseguran que la falta de limpieza causa problemas de salubridad junto al centro. En la zona se acumulan cristales, papeles y desperdicios de varios días

Valla rota entre la zona pavimentada y la ferroviaria. pilar cortés

Papeles, bolsas, cristales y restos de botellón se acumulan en los rincones de la zona de esparcimiento bajo el Puente Rojo ubicada junto al colegio Gabriel Miró, como denuncian los padres de los alumnos del centro educativo. A la insalubridad en la zona, en la que hay unos juegos infantiles, se suma la inseguridad que denuncian por la rotura de la verja metálica que separa este espacio de los terrenos ferroviarios. Denuncian que la acumulación de basura es continua y que hay residuos que llevan semanas sin retirarse.

Una de las madres, Verónica Forner, incide en que la situación «no se produce de un día para otro» y la achaca a «la dejadez del Ayuntamiento de Alicante que está cometiendo una seria imprudencia con la salud de nuestros hijos». Forner asegura que los servicios de limpieza brillan por su ausencia y que «llevan más de ocho días sin limpiar». Indica que «a lo mejor pasa algún barrendero, pero no es suficiente para retirar la suciedad acumulada».

Las lluvias de las últimas semanas generaron «charcos de agua putrefacta» en los que fue acumulándose la basura. Ahora están secos, pero permanecen el cerco y los residuos, como bolsas o restos de tela.

Las botellas de vidrio y los cristales rotos sobre el pavimento es lo que más preocupa a los padres. «Recogemos algunas botellas y las tiramos para evitar que pase como la semana pasada, que un niño jugando con la pelota le dio a una y los cristales salieron disparados», explica Cristina Atena, otra de las madres que lleva a sus hijos a este colegio. «Pueden cortarse», advierte esta madre al caminar con sus hijos por la zona, donde el pavimento está lleno de cristales rotos.

Olga Bukatina, otra de las madres, coincide en que la presencia de los operarios de limpieza es escasa y que también lo es el número de papeleras existentes, teniendo en cuenta que una de ellas está rota. «Es donde nos quedamos con los niños a la salida del colegio porque aquí juegan con sus compañeros, pero no es de recibo que esté así», se queja.

Ambas explican que en uno de los extremos de la zona, «se junta gente mayor a beber y siempre hay botellas de vidrio». Advierten, además, del peligro por la rotura de la verja que separa esta zona de esparcimiento de la ferroviaria. «Ya no pasan trenes, pero es un peligro para los niños», subraya Atena, quien apunta también al peligro por la existencia de alambres oxidados.

Un banco roto, pintadas en las paredes y en el mobiliario urbano contribuyen al aspecto de deterioro que presenta esta zona. Las madres indican que en los últimos días se ha limpiado alguno de los charcos de agua, pero el grueso de la suciedad se mantiene. «Cada vez está peor», critican ambas, que también denuncian la presencia de excrementos de perro. Aunque hay un cartel advirtiendo de que puede conllevar multas de hasta 200 euros, las madres se preguntan: «¿Y quién lo controla?».

Aunque, tal y como demuestran las fotografías aportadas por los padres hay suciedad que permanece desde hace más de una semana, como es el caso de la suciedad en uno de los charcos ahora secos, la empresa de limpieza, UTE Alicante, sostiene que el parque se limpia a diario. Otra cuestión es, indican, el solar anexo a la zona pavimentada en el que, afirman, estarán más pendientes.

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