El Ayuntamiento de Alicante aceptará, en caso de que haya un ofrecimiento formal por parte del dueño, el piso para la acogida de inmigrantes sirios que ha sido rechazado por Cruz Roja al carecer de ascensor. La entidad benéfica no ha podido dar el visto bueno a la vivienda alegando la obligación de cumplir una norma de la Generalitat que establece que las casas deben estar adaptadas a personas con movilidad reducida.
«Es absurdo que no se pueda utilizar una casa para acoger a familias de refugiados por no contar con un ascensor», señaló ayer la concejala de Participación, Julia Angulo. La edil sostiene que «para dar respuesta a una primera oleada de refugiados», que previsiblemente llegarán en noviembre, será suficiente con las 150 plazas disponibles en el albergue de la Florida y en los pisos cedidos por el Patronato de la Vivienda. Sin embargo, «queremos tener un colchón de 50 plazas más en caso de que venga mucha más gente», explica Angulo. En este sentido, el Consistorio agradece la ayuda que puedan prestar los particulares cediendo sus casas para los refugiados.
Por otro lado, las concejala de Participación Ciudadana, Julia Angulo, junto a la responsable de Acción Social, Nerea Belmonte; Sanidad, Sonia Tirado, Educación María José Espuch e Inmigración, Gloria Vara, participaron ayer por la tarde en la comisión mixta para coordinar la llegada de refugiados a Alicante. A este encuentro, celebrado en el claustro de San Nicolás, estaban invitadas todas las ONG y entidades que están interesadas en colaborar en la llegada de refugiados a la ciudad de Alicante. El objetivo, afirma Angulo, «es crear la comisión mixta para ver cómo nos coordinamos ante la llegada de los refugiados a la ciudad».
Por último, Cruz Roja ha aumentado un 31% la recaudación en el tradicional Día de la Banderita con respecto al año pasado. Este año, el dinero que se recaude va destinado a la ayuda a los refugiados.
