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El tripartito quiere un cinturón verde, un puerto seco y reducir el tráfico en el PGOU

Urbanismo aboga por la rehabilitación frente a nuevos crecimientos residenciales, un aumento moderado del suelo industrial y un gran parque litoral

El tripartito quiere un cinturón verde, un puerto seco y reducir el tráfico en el PGOU

Una ciudad rodeada por un cinturón verde de carácter metropolitano y un gran parque que conecte el litoral. Ese es, a grandes rasgos, el modelo de ciudad que el Ayuntamiento de Alicante pretende plasmar en el nuevo Plan General, en el que propondrán medidas para reducir el tráfico -por ejemplo liberando el frente marítimo entre Sangueta y Panoramis- y de protección medioambiental, así como del patrimonio. La apuesta por la ciudad compacta, sin grandes crecimientos residenciales y con un impulso de la rehabilitación de lo existente, también estará presente en el nuevo documento, que el tripartito prevé aprobar este mandato. En cuanto a los suelos industriales, el equipo de gobierno planteará un crecimiento moderado, con la posibilidad de crear un puerto seco para el desarrollo de actividades portuarias alejado de zonas residenciales.

Estas son algunas de las líneas estratégicas sobre las que el Ayuntamiento de Alicante pretende definir el nuevo Plan General, como avanzó el vicealcalde y edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, quien expuso algunas de ellas en la mesa redonda sobre el PGOU organizada por el Colegio de Arquitectos de Alicante con motivo del Día Mundial de la Arquitectura. Los expertos que participaron ella reclamaron que, antes de elaborar el documento, se sienten las bases de la idea de ciudad a desarrollar y abogaron por la puesta en valor de todo el frente litoral.

Pavón incidió en su intención de abrir la definición del modelo de ciudad a la participación ciudadana y de comenzar a trabajar en el nuevo PGOU a partir de 2016, con el reto de tener aprobado el documento estructural (el que precisa de los informes de las administraciones) este mandato. El edil recuerda algunas de las líneas estratégicas del modelo de ciudad plantean desde el tripartito en su acuerdo de gobierno, incidiendo en la creación del parque litoral «desde el límite con El Campello al de Elche», dándole unidad al frente marítimo con zonas verdes, espacios peatonales y ciclistas y «diferentes tratamientos para que no sea un simple paseo». La eliminación del tráfico de paso entre Sangueta y Panoramis, como ya recomendaba la propia Generalitat, es una de las medidas que se contemplan, como también lo es liberar de vías y reducir la circulación en la avenida de Elche. Todo ello «teniendo en cuenta el Puerto» para integrarlo y la posible inclusión de la Serra Grossa como parte de ese parque litoral.

En cuanto al cinturón verde que se plantea, discurriría por el parque central del ferrocarril a las Lagunas de Rabasa, el Panteón de los Guijarro y la Huerta de Alicante hasta llegar al Río Seco. De ahí el carácter metropolitano que le confiere el tripartito, quien también considera como estratégicas dentro del nuevo PGOU las relaciones con Elche y la comarca.

Torres de la huerta

Una ciudad rodeada por zonas verdes en las que los parámetros medioambientales cobrarían peso. Además de aumentar la protección de espacios, como la Serra de Fontcalent, Pavón destaca que el nuevo Plan General tendrá que valorar aspectos como el cambio climático, los riesgos de inundaciones o el aumento del nivel del mar. También se prevé la protección de las Torres de la Huerta y su entorno, indica Pavón, quien agrega que «Ortiz se puede ir olvidando de las 13.000 casas de las Torres de la Huerta».

Y es que el tripartito plantea un modelo de crecimiento compacto, atendiendo a que el planeamiento vigente no ha agotado sus posibilidades de crecimiento y «no es necesario recalificar ni un metro cuadrado más». Otra es, incide Pavón, el suelo industrial, que sí se incrementará, pero con moderación, sin llegar a la superficie que se planteaba en la anterior revisión del PGOU que nunca llegó a aprobarse. Plantea, igualmente, la posibilidad de crear un puerto seco. Es decir, «una zona logística bien comunicada con el puerto por la autovía pero alejada de zonas residenciales», indica Pavón, quien explica que esta área industrial vinculada al puerto también estaría conectada con el Corredor Mediterráneo. El edil subraya que, por el momento, «son propuestas que se irán definiendo».

Para llegar a esas concreciones se iniciará previamente un proceso de participación ciudadana. El debate de ayer en el Colegio de Arquitectos fue un primer paso. El presidente de los arquitectos, Antonio Maciá, abogó por que «se dedique un año a debatir el modelo para volver al diseño de la ciudad». Para Maciá «es un error comenzar a hablar de propuestas concretas» y, si bien reconoció que «Alicante tiene prisa» para confeccionar un nuevo Plan General (el actual data de 1987), incidió en que primero «hay que reflexionar y después tomar decisiones ágiles». Integrar todo el frente marítimo, la Serra Grossa o el Castillo debe ser, a su entender, uno de los «puntos fuertes» en el nuevo Plan General, que también tendrá que plantear sus relaciones con el entorno y Elche. «Hay cuestiones de oportunidad y ambas ciudades saldrían beneficiadas», asegura.

«Un buen PGOU es el que ejecuta un buen modelo de ciudad», señaló el catedrático de Urbanística de la Universidad de Alicante, José Ramón Navarro Vera, quien instó al equipo de gobierno a definir la idea de ciudad que plasmará en el documento partiendo de la base de la participación ciudadana.

Viviendas vacías

Navarro Vera aludió a indicadores como las 25.000 viviendas vacías en la ciudad, la alta tasa de desempleo o el hecho de que sólo un 11% de los desplazamientos se realicen en transporte urbano. Recordó el trasvase de población a zonas de crecimiento como la Playa de San Juan o el deterioro del parque de viviendas en algunos barrios y puso sobre la mesa una decena de retos a afrontar en el nuevo Plan General. Entre ellos, insertar Alicante en su entorno metropolitano, prestar atención a la ciudad construida, potenciar el transporte público y aspectos climáticos, el compromiso con el patrimonio o la renovación del concepto de la ordenanza de rehabilitación «introduciendo el concepto de paisaje». Entre los retos, también marcó el de «impulsar nuevas centralidades», entre las que planteó «ver qué se hace con el centro de la ciudad» y lanzó la pregunta sobre si «se quiere que sea un gran bar de copas o no».

Por su parte, el arquitecto Juan Antonio García Solera (redactor del PGOU de 1973) incidió en que uno de los retos del nuevo Plan General es desarrollar una ciudad asomada a la bahía, dado su espíritu marinero. El respeto a la historia y al patrimonio o la mejora de la movilidad son otros de los aspectos que destaca el arquitecto, que lamenta que el Plan General que diseñó no llegara a desarrollarse ni a llevarse realmente a la práctica.

Mientras, el arquitecto valenciano Javier Domínguez, consideró que el fracaso de la revisión del PGOU debe verse como una oportunidad para el diseño de la ciudad e incidió en la necesidad de incluir en él una «visión metropolitana».

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