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Deporte escolar

Empieza la competición para 50.000 galácticos en potencia de la provincia

Médicos y psicólogos inciden en los valores formativos del deporte base, que fomenta las habilidades sociales y previene la obesidad infantil

Padres y otros familiares suelen acompañar a sus hijos a las actividades deportivas. En la imagen, alumnos de las escuelas de Alicante. FOTOS DE ANTONIO GARCÍA Y CLUb NATURA SPORT

Borja empezó a nadar a los dos meses. Aún es pronto para saber si algún día se convertirá en un David Meca o en un Michael Phelps, recordman mundial, pero, a sus 11 años, es el campeón de su casa, con permiso de su hermana Paula, de 16 años y también deportista. Porque este pequeño suma a la piscina el atletismo y el ciclismo como alumno del Club Ilicitano Triatlón Natura Sport, que aporta cada vez más participantes a los juegos escolares de la Comunidad Valenciana mediante alumnos federados que compiten en los triatlones, duatlones y acuatlones que organiza todos los años la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte en colaboración con ayuntamientos y federaciones deportivas.

No son los únicos deportes que los niños viven en estado puro, desde abajo, soñando, casi todos, con convertirse algún día en galácticos. La Generalitat acaba de convocar las bases de competición de los 34 juegos deportivos, en diversas categorías de edades y en una quincena de modalidades, desde el ajedrez al fútbol pasando por el badminton y la pilota valenciana, en los que se espera la participación de más de 50.000 escolares en toda la provincia a lo largo del cursomás de 50.000 escolares . Una cifra que no deja de crecer en los últimos cinco años, lo que supone miles de hogares que, cuando llega el otoño, no sólo preparan la vuelta al cole, también a la actividad deportiva, sumando al gasto en libros, el de bañadores, zapatillas, equipaciones, bicicletas, cuotas y licencias de competición.

«Básicamente, vemos que los niños encuentran en el deporte una válvula de escape del día a día de estudio. Sus agendas están cada vez más cargadas pero son niños. Ya no pueden jugar en la calle como antiguamente, y una carrera por un sitio bonito o un paseo en bici despejan mucho», afirma Rafael Clement, padre de Borja y Paula, que empiezan a descubrir la competitividad. «Hay niños que nacen con ella, otros que no. Ellos ahora están iniciándose en esa faceta. No todo es correr o nadar, llega un momento en que hay que plasmarlo en algo. Es difícil vivir de ello, pero me conformo con que conozcan el mundo del deporte, les permite relacionarse y saber lo que cuesta llegar a algo. Si esto lo transmiten a nivel de los estudios, fantástico».

El deporte base, organizado en su primera fase por los ayuntamientos y que a nivel de promoción tiene un carácter más lúdico aunque integrador, avanza hacia la iniciación al rendimiento en competiciones organizadas directamente por las federaciones, en las modalidades de atletismo, baloncesto, balonmano, rugby, triatlón y voleibol. «Constituye la primera etapa en el camino hacia el deporte de élite», explican desde la Conselleria de Cultura, que organiza cada curso los Juegos Deportivos como una herramienta de promoción del deporte en edad escolar, para fomentar los valores formativos que conlleva. Además, clubes y federaciones son conscientes de que quienes despuntan pueden tener incluso un futuro en Estados Unidos, donde las universidades conceden becas de estudios hasta casi la gratuidad a los mejores deportistas.

En Alicante más de 2.000 niños y niñas de 4 a 14 años están inscritos en las escuelas deportivas municipales, que dependen del Ayuntamiento, en un abanico de 30 especialidades deportivas, algunas tan singulares como patinaje artístico, judo, kárate, esgrima, rugby o polideporte adaptado, entre las más demandadas junto a la natación y el tenis. «Los programas de base son los más importantes para nosotros y a los que destinamos más cuidado y esfuerzo, ya que están dirigidos a niños y niñas en edad escolar, y son fundamentales para el crecimiento físico, psíquico y mental. La actividad física es básica para un buen desarrollo de la persona en todos sus ámbitos», incluido el cuidado de la higiene personal y del material para que estos hábitos perduren hasta la vejez, afirma la jefe de Deportes de Alicante, Tere Gómez Merino.

La actividad de los niños crea lazos entre los padres, que entre semana comparten con ellos la actividad deportiva o les acompañan en las salidas de los fines de semana, como el rafting en el río Segura al que acudieron fechas atrás cerca de un centenar de alumnos y familiares del club Natura de Elche de triatlón, una actividad que no deja de crecer y que cuesta, en este caso, 50 euros al mes por clases de atletismo, natación, y bicicleta estática. «Para ir a las competiciones quedamos en el club y salimos todos juntos. Los sábados hacemos una salida de bicicleta larga, las llevamos en una furgoneta del club y si algún padre no puede venir, el resto nos encargamos del niño», señalan Rafael Aledo y Mónica Sansano, alma mater de la entidad. En general, la actividad deportiva supone un sacrificio extra para los padres, de tiempo libre, y económico, puesto que al coste de las clases hay que sumar salidas extraordinarias, comida y equipamiento, entre 150 euros y 200 al mes.

Los expertos están de acuerdo en los valores formativos de la participación deportiva y la actividad al aire libre. «Son parte esencial del desarrollo psicomotriz y trabajan la coordinación, la tonificación, la flexibilidad, la capacidad cardiopulmonar. Además, proporcionan un arma frente a la obesidad infantil y el sedentarismo, cada vez más frecuente en nuestro medio. También enseñan disciplina, a relacionarse con otras personas, compañerismo y técnicas para solucionar problemas. Y suponen diversión y entretenimiento», sostiene el doctor Jon Plazaola, ortopedia infantil de la clínica Vistahermosa y médico adjunto en el Hospital General de Elda. Ante posibles excesos, este médico advierte que puede afectar de forma negativa si no se tiene en cuenta la fisiología y la psicología infantil. «Aspectos como la agresividad, la autoestima, la competitividad o la presión por parte del entorno se han de canalizar de forma adecuada para que no desarrollen baja autoestima, frustración o personalidades demasiado agresivas y competitivas».

Porque una tolerancia a la frustración bien canalizada en los juegos de equipo puede ayudar mucho a un desarrollo psicológico saludable del niño ya que el deporte fomenta la autoestima y disminuye el riesgo de depresión al mejorar el sentimiento de pertenencia al grupo, opina la psicóloga de la clínica Vistahermosa, Sheila Alcaraz. «Es algo que no se trabaja en clase ni en casa por la dinámica que llevamos, y a través del deporte y de las actividades en equipo se puede tratar muy bien».

También hay que cuidar el entrenamiento. Plazaola advierte que una intensidad excesiva, junto a las diferencias de tamaño entre los escolares, son fuente de lesiones, que en un 50% se podrían prevenir. Las claves son una buena hidratación, evitar un abrigo excesivo, elegir superficies amortiguadas como protección frente a los traumatismos, hacer estiramientos y calentamiento previo. Así como protegerse con cascos en el ciclismo, y llevar ropa transpirable y calzado adecuado.

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