Duro golpe para las arcas del Ayuntamiento de Alicante. Una resolución del Tribunal Supremo que pone punto y final a década y media de litigios judiciales obliga al consistorio, en el momento que arrancó la batalla legal en manos del PP y ahora controlado por la izquierda, a abonar a la mercantil Hansa al menos 18,4 millones a los que, además, cabe añadir una cantidad extraordinaria por intereses aún sin cuantificar como consecuencia de un conflicto urbanístico vinculado al proyecto de Alicante Golf en la Condomina. Una vez que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJ) inicie los trámites para la ejecución de la sentencia, el Ayuntamiento de Alicante tendrá que presentar un plan de pago que deberá tener reflejo en sus presupuestos. Un escenario que pone al nuevo gobierno municipal -compartido por los socialistas, Guanyar y Compromís- en una situación crítica teniendo en cuenta que tiene pendientes de pago al Gobierno otros 27 millones por el rescate, una cantidad de la que el consistorio quería librarse para tener más margen de maniobra y relanzar su gestión.

La semilla del conflicto urbanístico que, posteriormente, se convirtió en batalla legal se remonta al desarrollo del plan Alicante Golf en La Condomina con un total de 2,5 millones de metros cuadrados. En aquel momento, la legislación preveía que la empresa urbanizadora, en este caso Hansa, tenía que ceder un 10% del suelo para aprovechamientos al municipio. Pero, sin embargo, en esa actuación, el consistorio alicantino exigió el 15%. La empresa decidió recurrir para exigir ese 5% de diferencia. Ganó en primera instancia, perdió cuando el caso llegó al TSJ y, finalmente, el Supremo rectificó al alto tribunal valenciano para volver a dar la razón a la mercantil. Para entonces, el consistorio ya había vendido esos terrenos. Así y todo, en un convenio se valoró el abono de la sentencia y Alicante decidió saldar su deuda con suelo de otras zonas de acuerdo con una valoración que se cuantificó en alrededor de 20 millones, más de 3.300 millones de las antiguas pesetas.

Pero todavía surgió, llegados a ese punto, un nuevo escollo. Según el Registro de la Propiedad, la ejecución de la sentencia no se podía saldar con otro suelo. De acuerdo a la ley, una administración local únicamente puede vender terrenos si realiza la transacción a través de un concurso público. Y no era el caso. Entonces se produjo una reclamación por parte de Hansa del pago por la mencionada cantidad de 18,4 millones. Ese movimiento de la mercantil volvió a poner en marcha una segunda batalla jurídica. El Ayuntamiento de Alicante inició un nuevo litigio, en esta ocasión, para poner en cuestión la cifra económica que Hansa le exigía como compensación del 5% del suelo del proyecto de Alicante Golf en La Condomina. Acudió al TSJ, instancia en la que Hansa salió victoriosa como ocurrió posteriormente en el Supremo y en los correspondientes recursos de casación y súplica.

¿En qué punto está el proceso? Pues que Hansa, una mercantil que ha atravesado por graves problemas económicos de los que está ahora saliendo, tiene a su favor una sentencia firme del Supremo que ahora, a su vez, volverá de forma inmediata al TSJ para que se formalice su ejecución. El Ayuntamiento de Alicante, en una situación económica muy precaria y atado de pies y manos a raíz del rescate al que recurrió para poder salvar su crisis, tendrá que saldar los citados 18,4 millones de euros. Pero la cosa no se queda en esa cantidad. También tendrá que pagar los intereses correspondientes. Una cuantía que ni siquiera se ha llegado a calcular.

En principió, el procedimiento habitual es que el TSJ emplace al consistorio alicantino a especificar un plan de pago para poder abonar las deudas que, además, debe tener reflejo en las partidas presupuestarias. Una cantidad que, desde luego, por su volumen, condiciona notablemente la elaboración de las cuentas y, a la vez, la posibilidad de que, en su primer presupuesto, el gobierno municipal de izquierdas pueda incluir algún proyecto que pueda marcar la primera mitad de su mandato.