El Ayuntamiento de Alicante se reunió ayer con el Ministerio de Hacienda para renegociar las condiciones del plan de ajuste que lleva aparejado el rescate y obtuvo dos propuestas. La primera pasa por flexibilizar las restricciones en el gasto para poder aumentar el personal municipal, con la condición de reducir en la misma medida el gasto corriente en bienes y servicios.
Esta opción permitiría al tripartito municipalizar contratas, pero sólo aquellas de menor envergadura como la del cementerio. La otra posibilidad pasa por cancelar directamente el último rescate de 27 millones y olvidarse con ello de todas las restricciones del plan de ajuste.
Para ello, habría que destinar el remanente para inversiones a saldar esta deuda bancaria. Los técnicos municipales evaluarán ahora la posibilidad de amortizar el crédito, así como los pros y los contras de la medida, que ya parte con diferencias de criterio dentro del tripartito.
La concejala de Hacienda del PSOE, Sofía Morales, advierte de que incluso recurriendo al remanente para inversiones y al ahorro previsto con la recuperación de la gestión de impuestos de Suma no se alcanzaría el importe suficiente para cancelar el crédito.
«Nos faltarían casi diez millones», indicó la edil, quien consideró que «a priori» no ve «factible» la amortización del préstamo y agregó que «nos tendríamos que acercar mucho para poder valorarlo». Con todo, indicó que «tenemos que sentarnos para hacer cuentas».
Frente a estas reticencias, el portavoz del tripartito y líder de Compromís, Natxo Bellido, consideró que «puede ser una buena solución», aunque admitió que hay que valorar «si tenemos capacidad para hacerlo» porque, como recordó, el préstamo no puede cancelarse parcialmente. Por su parte, el vicealcalde y portavoz de Guanyar Alacant, Miguel Ángel Pavón (que no estuvo en la reunión por encontrarse enfermo) indicó que habrá que estudiar «qué supone» la medida.
El ministerio ofreció esta posibilidad al entender que las arcas locales cumplen los criterios de estabilidad y estarían en condiciones de saldar el crédito de 26,7 millones de 2013. Aunque antes de ese préstamo, el Ayuntamiento se acogió a otro de 48 millones en 2012 para el pago a proveedores, desde Hacienda confirman que amortizando este último quedaría liberado del plan de ajuste.
Un plan que, entre otras cuestiones, impide incrementar los capítulos de personal y gasto corriente. Estas limitaciones impiden al tripartito cumplir con su compromiso de municipalizar contratas. El ministerio les permitirá ahora poder contratar a más personal, siempre que se compense con un ahorro equivalente en el capítulo del gasto corriente.
El servicio de mantenimiento del cementerio -cuyo contrato con Enrique Ortiz caducó hace más de un año es el primero que el tripartito se plantea rescatar. No obstante, otros contratos de mayor envergadura, como el de limpieza de colegios y dependencias municipales también caducado y en manos de Ortiz tendría que esperar por las complicaciones para compensar el aumento del gasto en personal (por la contratación de los operarios) con el descenso del gasto corriente, como indicó Morales, quien agregó que «este año, seguramente, no lo vamos a poder rescatar». «No habría impedimento si compensamos los capítulos», dijo Bellido, quien admitió que en el caso de esta gran contrata resulta «más complicado».
Desde el Ayuntamiento destacan que sí podrán cubrir un 50% de las plazas vacantes de la plantilla que no se hayan amortizado y el 100% en el caso de los servicios esenciales, como los de emergencias o los servicios sociales. En cuanto a los presupuestos de 2016, el tripartito indicó que también contarán con mayor flexibilidad inicial en el gasto «con el compromiso de ir revisándolo a lo largo del año».
La portavoz municipal del PP, Asunción Sánchez Zaplana, destacó que es la «situación saneada del Ayuntamiento» atribuible «a la gestión» del gobierno popular anterior el que permite «poder plantearse, incluso, cancelar el plan de ajuste». La edil popular destacó el pago a proveedores en 22 días «muy por debajo de la media».
