El anuncio de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, de eliminar el copago farmacéutico a pensionistas con rentas inferiores a mil euros mensuales, personas con discapacidad superior al 33% y menores de edad marca el inicio de la recuperación de derechos que los recortes del Gobierno del PP eliminaron hace ahora algo más de tres años, según el nuevo Consell de izquierdas. En ese período de tiempo, los pensionistas de la Comunidad han abonado más de 200 millones por el aumento que ha supuesto para sus bolsillos el coste de los medicamentos como consecuencia de ese copago.

En concreto, la Conselleria de Sanidad cifró en su momento en 75 millones de euros anuales el impacto del copago farmacéutico para los pensionistas aún en época de Manuel Llombart al frente del departamento. En los tres años, el dinero abonado por los pensionistas valencianos alcanzaría los 225 millones. Además, según los datos de la Conselleria de Sanidad que figuraban en una respuesta parlamentaria emitida durante la legislatura anterior, el copago de medicamentos ha tenido un impacto para el bolsillo de los valencianos cercano a los cien millones de euros anuales. En concreto, la Conselleria de Sanidad cifró en 91 millones la cantidad que abonaron los contribuyentes para financiar el gasto farmacéutico en el primer año de implantación.

El copago de medicamentos entró en funcionamiento en julio de 2012 y pasados ya los tres años de vigencia de esos recortes, con los que se pretendía rebajar la factura sanitaria, los enfermos valencianos han realizado ya aportaciones por sus medicinas que se acercan a los 300 millones de euros.

Pero ese copago está muy lejos de distribuirse equitativamente y quienes más lo notaban a final de mes eran los pensionistas. Prácticamente el 80% del impacto del copago lo han abonado las personas mayores.

«Lo pagan los desfavorecidos»

La consellera de Sanidad Universal, la socialista Carmen Montón, aseguró el pasado jueves durante su comparecencia en las Cortes para explicar las líneas maestras de su departamento que durante los años de gobierno del Partido Popular «se ha abandonado la salud como derecho» porque se prefirió convertir la sanidad valenciana «en un gran banco de pruebas con la crisis económica como excusa». A juicio de Montón se produjo un «cambio radical» en el concepto de la asistencia sanitaria. «Recuperar derechos es una los ejes de la política sanitaria del nuevo Consell progresista», proclamó.

La titular del departamento de Sanidad, exdiputada en el Congreso, añadió en las Cortes que entre los colectivos a los que se les han arrebatado derechos están los pensionistas y las personas con discapacidad.

Además, la Comunidad Valenciana es una de las que con más crudeza ha sufrido el impacto del copago. Montón desveló que los usuarios del sistema con menos recursos no han podido seguir con sus tratamientos, un porcentaje que cifró en el 7,9%, el doble que la media española, situada en el 4,5%. «No es una exageración, muchos pensionistas han dejado de tomar medicamentos porque no podían pagarlos o preferían dar de comer a sus familias», un dato que figura en el barómetro sanitario del ministerio. «Se estaba afectando a los menos desfavorecidos por una cuestión ideológica, que no de eficiencia», añadió la responsable del área de Sanidad.