La foto del niño sirio ahogado en la orilla levantó a principios de mes una inmensa ola de solidaridad mundial que llegó también hasta el Palau de la Generalitat. El viernes de esa semana, la vicepresidenta Mónica Oltra acudió conmovida a la reunión del Ejecutivo y buscó al presidente, Ximo Puig, para trasladarle la idea de traer refugiados por mar a Valencia, eludiendo el calvario de Centroeuropa. Puig acogió el proyecto y pensó en el exdirigente del PSPV Adolfo Utor, presidente de la compañía Baleària, con sede en Dénia. Así nació la iniciativa que ayer Puig, Oltra y Utor anunciaron en el patio gótico del Palau. La apertura de un corredor marítimo, en colaboración para traer a 1.100 refugiados sirios desde la isla griega de Lesbos, en un viaje previsto para principios de noviembre. La firma pondrá a disposición del Consell, sin coste, un barco, el Martí i Soler, con capacidad total para 1.200 personas, en el que viajará un centenar de técnicos y personal de ONG para la atención de los refugiados.

La iniciativa está «preparada» («tenemos hasta los traductores», dijo ayer Oltra) a falta de la autorización del Ministerio de Asuntos Exteriores. Al lanzarla públicamente, el Consell presiona al Ejecutivo de Rajoy para que dé vía libre a un proyecto en el que se ha adelantado al Gobierno y al resto de autonomías.

El Gobierno, sin embargo, le puso el freno. Al ser preguntada por la iniciativa del Consell, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, tras «agradecer» las «muestras de solidaridad de instituciones y empresas», advirtió ayer de que hay «un procedimiento europeo y se establecen mecanismos que tenemos que respetar y la garantía de que lo hagamos bien, y todo el tiempo que sea necesario». Defendió «que sea algo compartido y que nos asesoren los que saben».

Insistió en que son «los Estados miembros quienes tienen la responsabilidad de la organización del traslado» y España colaborará a través del envío de «misiones de enlace» para identificar y seleccionar a refugiados en Italia y Grecia. Agregó que es «un procedimiento que dura dos años, no unos días o semanas», y abogó por «ir todos juntos» en la acogida de refugiados.

Horas antes, en el Palau, Oltra, quien se confesó «emocionada y orgullosa» por el acuerdo con Baleària, certificó que la Generalitat estaba ya en contacto con la administración regional del Egeo y con Asuntos Exteriores para los permisos y se mostró convencida de que el ministerio no pondría pegas. «No se puede seguir discutiendo en Europa un acuerdo mientras la gente se ahoga», afirmó.

La elección de Lesbos, a escasos kilómetros de la costa turca, es porque se trata de territorio europeo, explicó. Según Oltra, los 1.100 entrarían dentro del cupo de España. Para noviembre, el Consell debe estar «preparado» para acoger entre 1.300 y 1.600 refugiados.

Ayer, Utor señaló que la firma ya barajaba colaborar ante esta crisis humanitaria, por lo que cuando recibieron la petición del Consell aceptaron de inmediato. «Es una oportunidad para la Comunidad de volver a ser noticia por una cosa buena en el conjunto de España y Europa», dijo. Puig le agradeció su decisión de «poner al servicio de la humanidad su naviera».