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Los ayuntamientos exigirán la factura original de la compra de libros de texto para dar 200 euros

El Consell remite a todos los consistorios las primeras instrucciones del plan gratutito de textos

Las primeras instrucciones oficiales sobre el modo de proceder para devolver a las familias los primeros 100 euros por la compra de los libros de texto, antes de que acabe el año, llegaron ayer a la totalidad de los ayuntamientos tras exhibirlas el conseller ante Las Cortes para replicar a su antecesora en el cargo, Maria José Catalá.

Hasta que se publique la normativa final, prevista para el mes de octubre, el documento informa a los ayuntamientos de que, a su vez, indiquen a las «familias, AMPA o instituciones que hayan comprado los libros de texto, que guarden los justificantes de compra originales».

El Consell prepara una aplicación informática que enlazará con el programa Ítaca de gestión de los centros educativos para «facilitar» el procedimiento y gestión de estas ayudas, como consta en el citado documento. También se advierte a cada consistorio de la «necesidad de tener una partida presupuestaria suficiente o, en todo caso, habilitar las modificaciones presupuestarias necesarias para este compromiso de pago»: 100 euros en una primera fase y hasta otros 100, como máximo, cuando se devuelvan los textos.

Recae sobre los claustros de profesores de cada colegio e instituto la labor de certificar, al final del curso, que los libros están en adecuadas condiciones de uso, lo que dará derecho a recibir la última parte de la subvención.

Los centros informarán entonces a los ayuntamientos, tras verificar el estado de los libros, y éstos pagarán otros 100 euros como máximo, quedando los textos en posesión de los colegios e institutos como banco de libros para que el curso siguiente sean gratuitos para todos los alumnos, de centros tanto públicos como concertados.

Concertada gratuita

La diputada Catalá, ahora en la oposición, le había echado en cara al conseller Marzà, con motivo de su primera comparecencia ante Las Cortes, que no había ningún documento oficial sobre «unas ayudas para libros que usted dijo que eran para todos».

Marzà le contestó que no se trata de una ayuda, sino de un «programa inclusivo para que los libros sean gratuitos en toda la enseñanza obligatoria», e incidió en que se ha acabado de hablar de «nuestros o sus ayuntamientos. Da igual quién gobierne, son ayuntamientos de la Comunidad y recibirán todos la información al mismo tiempo».

La exconsellera centró sus críticas hacia la actual gestión educativa en una defensa acérrima de la enseñanza concertada «fruto del crecimiento vegetativo de alumnos -dijo-. Nos preocupa su radicalidad y que pretenda acabar con la libertad de elección de las familias».

El nuevo titular de Educación echó mano de las cifras. De entrada le espetó a su contrincante política que «el PP nos ha dejado una herencia que nadie querría ni para el peor de sus adversarios»; que somos de las comunidades «que más paga en módulos concertados, 60.000 euros frente a los 36.070 de Baleares»; y que «los alumnos de la enseñanza pública copan los mayores porcentajes de familias en los primeros tramos de renta de máxima pobreza, hasta un 40% -dijo- frente a un 9,5% de los que van a centros concertados», achacando el «excesivo fracaso escolar» a que la Comunidad esté a la cola en inversión educativa por alumno.

Por todo ello Marzà concluyó que a partir de ahora «los criterios para todos los centros sostenidos con fondos públicos serán los mismos, y no serán los centros quienes elijan a las familias como hasta ahora. Los centros concertados deben ser verdaderamente gratuitos», subrayó.

Pacto

Abogó asimismo por una Ley de la Educación Valenciana, para la que aseguró que cuenta «con todos, para que no cambie con cada gobierno»; por favorecer un plurilingüismo «sin cifras, sino enseñando el dominio efectivo de las lenguas en el territorio y dejando de usarlas como arma arrojadiza»; así como por la mejora en todo tipo de becas porque, como ironizó dirigiéndose a Catalá «los niños ahora ya no vuelan, antes igual sí», en referencia al cambio de criterio en las ayudas para transporte escolar, que ya no contemplan los 3 kilómetros en línea recta.

Tras la intervención del resto de representantes en la oposición, y la apostilla de la exconsellera Catalá, advirtiéndoles en general de que esa comparecencia debía medir la gestión del nuevo equipo de gobierno y no centrarse en las críticas al anterior, Marzà concluyó asegurando sus «ganas e ilusión de trabajar por el pueblo valenciano que necesita un pacto por la educación para el que pido la colaboración de todos», dijo.

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