Los hosteleros del centro de Alicante esperan que inicio de la temporada del tardeo este sábado atraiga a 3.000 personas de fuera de la ciudad cada fin de semana hasta el mes de julio. Un arranque de temporada que irá acompañado de vigilancia policial para evitar el conflicto en la calle, especialmente por el uso de instrumentos musicales o altavoces, y tratar de conciliar el ocio con el descanso vecinal.

El alcalde, Gabriel Echávarri, avanzó ayer que el Ayuntamiento «pondrá de su parte para que sea una zona controlada y no haya abusos como, por ejemplo, que lleven bandas de música privadas o batucadas en las despedidas de soltero». Algo que, sostiene, «no se puede consentir, porque molesta».

Los hosteleros del centro respaldan esta medida y aseguran que ellos mismos ya han avisado a los agentes en alguna ocasión por el caso de batucadas, por las molestias que ocasionan al vecindario. El presidente de la asociación de locales de ocio, Lalo Díez, indica que cuando ven a gente con megáfonos o pitos también se los retiran como condición para acceder a sus locales. «También hemos pedido vigilancia para que se sancione si alguien orina en la vía pública», indica. En el caso de las batucadas, Díez sostiene que «nos genera problemas» por el ruido. «Perjudica a todo el mundo», afirma Díez, quien indica que el botellón también les perjudica. Díez afirma que esperan un «buen comienzo de la temporada del tardeo» que se prolongará cada fin de semana hasta julio «atrayendo a 3.000 personas de fuera cada fin de semana».

«Espero que los que acudan, y que sean muchos porque (el tardeo) es una fuente de riqueza, respeten la convivencia», subrayó ayer el alcalde. Echávarri indicó que «los dueños de los locales son los principales interesados en que se conviva con respeto» y aseguró que «cuando la situación se escapa de control, pierde todo el mundo». Al respecto, aseguró que el Ayuntamiento también hará su parte en la vigilancia.

En cuanto al control sobre veladores y ruido, el regidor esgrimió que «quienes tengan todo legal no tienen por qué tener ningún miedo». Echávarri agregó que, por el momento, no se ha hablado en la Junta de Gobierno de redistribuir las terrazas de las zonas peatonales para dejar libre el paso en el centro de las calles. Al respecto, incidió en que, por el momento, se limitarán a aplicar la ordenanza.

Por su parte, el concejal de Vías Públicas, Miguel Ángel Pavón, reiteró su intención de reordenar los veladores en las zonas en las que se considere que hay saturación para dejar espacio de paso a los vehículos de emergencias en las zonas peatonales. Una reordenación que, como ya avanzó este diario, podría ir aparejada de una reducción de mesas y sillas en el centro y que, según el edil, «globalmente no será muy significativa». En cualquier caso, aseguró que antes de aprobar estos planes se darán a conocer a vecinos y hosteleros. Estos últimos se oponen a que se reduzcan sus veladores.

Por su parte, el portavoz y concejal de Presidencia, Natxo Bellido, se reunió ayer con la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (APEHA) para abordar la política municipal sobre veladores. Bellido asegura que sólo se actuará «en los espacios en los que se den situaciones de abuso y en zonas saturadas».

Igualmente, el edil se comprometió a establecer instrumentos de diálogo permanente y estable» entre administración, locales de ocio, comercios y vecinos para «estudiar los problemas que puedan surgir y atajar situaciones que si no se resuelven, tal y como ha ocurrido hasta ahora, derivan en problemas de convivencia en distintas zonas de la ciudad».

Los representantes de la asociación han pedido al Ayuntamiento su cooperación «para reforzar la presencia policial en las zonas de ocio para evitar conductas incívicas y para efectuar una labor de prevención de las mismas». Además, desde la agrupación de empresarios se plantean promover campañas de ocio responsable para mejorar la convivencia».