El garum es una salsa de pescado preparada con vísceras fermentadas de varias especies diferentes, que era considerada por los habitantes de la antigua Roma como un alimento afrodisíaco, por lo que era muy caro y solamente estaba al alcance de las clases altas de la sociedad. Los romanos emplearon el garum de forma semejante a como hoy en día utilizan las cocinas asiáticas la salsa de soja. En lugar de verter unos granos de sal sobre la comida, se ayudaban de la salsa para proporcionar un sabor salado a los alimentos. Era una salsa que, mezclada con vino, vinagre, sangre, pimienta, aceite o agua, servía para aliñar otros manjares.

El garum se empleaba principalmente para condimentar o acompañar gran cantidad de comidas, aunque también se empleó en medicina y cosmética.

Aún se pueden ver los restos de las antiguas fábricas romanas de fabricación en España. En la ciudad de Baelo Claudia en la pedanía de Bolonia, término municipal de la gaditana Tarifa, o en la ciudad de Carteia, en el municipio de San Roque (Cádiz, España), donde se pueden contemplar grandes ánforas metidas en tierra cerca de la playa, donde se fabricaba el garo que luego se exportaba a Roma, y que gozaba de gran prestigio. En el Antiquarium de Metropol Parasol, en Sevilla también existen los restos de una factoría configurada en piscinas.

Cerca de Alicante, según recogen los historiadores, hubo un gran punto de producción en Cartagena. Para la elaboración del garum se utilizaba todo tipo de pescado, siendo el boquerón la principal especie, seguido de la sardina, jurel, liza, brótola de roca, caballa, rodaballo y atún rojo, presentes en el litoral mediterráneo.