La huelga indefinida del colectivo de examinadores de Tráfico que arrancó el lunes en toda España volvió a dejar ayer sin examinarse a más de cien alumnos en la provincia, por los paros a los que están llamados los 24 profesionales de la Dirección General de Tráfico en Alicante. Secundó el paro, parcial pero indefinido, el 84% de la plantilla entre las 12 de la mañana y las 15 horas. Y todo pese a que los examinadores tratan de reducir los efectos, según apuntó ayer Isabel Mateo, delegada provincial de la asociación Asextra, de la que forman parte los huelguistas. Mateo lamentó los problemas que soportan los alumnos pero subrayó que «llevábamos varios meses negociando y al final hemos tenido que convocar los paros y así seguiremos hasta que se atiendan unas reivindicaciones que consideramos justas y que beneficiarán al conjunto del servicio».
Mateo resumió en tres peticiones las demandas del colectivo. El cobro de un complemento específico debido a que su trabajo, en la calle, no es el mismo que, por ejemplo, el de otros funcionarios en la oficina. Una actividad, la suya, expuesta, por otro lado, a riesgos como alguna reacción de los suspendidos, que deriva en muchos casos en agresiones. «Conocemos a compañeros en España que han acabado hospitalizados. No es el caso, de momento, en Alicante, pero ha aumentado mucho la inseguridad por la falta de educación y valores. De ahí que entre nuestras demandas figura el que podamos informar en diferido del resultado de los exámenes. Por supuesto que dando todas las explicaciones pertinentes pero no en el momento», apuntó Isabel Mateo.
Los examinadores reclaman también a la Administración que consolide el carácter público del proceso de evaluación de los alumnos que aspiran a sacarse el carnet de conducir. Los profesionales sospechan, por otro lado, que tras la negativa de la Administración a sentarse a negociar pueda estar el objetivo de «privatizar la actividad. No hay nada de manera oficial pero se escuchan muchas cosas, de ahí que exijamos que se nos reconozca como funcionarios públicos», explicó Mateo, quien también apuntó que se necesita aumentar la plantilla y bajar el número de exámenes por día (13 en la actualidad) que debe evaluar cada profesional.
La jornada de huelga de ayer, tercera consecutiva, volvió a dejar, por otro lado, a más de cien alumnos sin poder realizar la prueba generando tensión y situaciones de desamparo como la que vivió Alberto, un estudiante de la Universidad de Alicante que recien iniciado el curso se perdió una jornada para nada, porque su turno de examen coincidió con el inicio de los paros. «Ha sido increíble y muy frustrante. Ellos tienen derecho a la huelga pero yo tengo también mis derechos y llevo desde el 7 de julio en un sinvivir. Primero porque en agosto cierra todo el mundo, y hoy me he encontrado con que he tenido la desgracia de ser el número 8 de mi turno. Pues bien, el examinador ha ido haciendo las pruebas y tras evaluar a los 7 compañeros y compañeras que tenía delante a las 11.55 horas me ha dicho que acababa la jornada porque iniciaba la huelga y ahí me he quedado». Alberto trató de explicarle su situación en la Universidad -algunos profesores penalizan la no asistencia hasta con justificante-, que venía de un municipio a 30 kilómetros de Alicante y que sólo quedaba él para examinarse de su grupo. No le sirvió de nada. Compuesto y sin examen. La próxima cita, el día 22 «pero en las autoescuelas temen que no se pueda hacer el examen en esa fecha», apuntó.
Entre examen y examen pasan, según los examinadores, cuatro días hábiles. En Alicante, más de 200 alumnos aspiran a sacarse el carnet cada día.
