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Puestos de trabajo que penden de un hilo

Los propietarios de hoteles de Benidorm esperan no tener que llegar a cierres temporales y EREs

Puestos de trabajo que penden de un hilo JOSÉ ÁNGEL FLORES

La tensión se palpa en el ambiente de los establecimientos de varios hoteles de Benidorm que sobreviven, durante ocho meses al año, gracias al programa social del Imsersosobreviven. Aunque ayer representantes de la patronal hotelera de la Costa Blanca (Hosbec) salían aliviados de su reunión con el Ministerio de Asuntos y Servicios Sociales, con una posible solución bajo el brazo para arrancar en noviembre; los dueños de los hoteles temen que lo que tendría que estar ya claro siga sin estarlo pasadas esas fechas.

José Medina es gerente de la cadena de Hoteles Medina, con tres establecimientos radicados en Benidorm. La apertura de sus tres negocios durante el invierno, si la situación se demora, la ve bastante complicada. «No sabemos cómo puede afectar a nuestra plantilla ni a nuestro volumen de negocio. Ha habido situaciones parecidas pero al final se solventaron. Lo malo es que ahora contamos con muy poco margen de reacción», destaca Medina.

Otro director de una cadena hotelera que trabaja al 100% con el Imserso en la Marina Baixa pero que prefiere no identificar ni su nombre ni el de su negocio, está de acuerdo con que una de las claves principales del problema es que, dado el momento en el que se generó la cancelación de la concesión -la semana pasada- y la incertidumbre que rodea a la misma, «a los hoteleros nos dejan sin la posibilidad de buscar otras alternativas para llenar nuestras camas. No puedes optar por otros mercados por si al final sale el programa y si no es así pues ya tendremos poca capacidad de maniobra».

Este mismo gerente indica que otra preocupación, en el caso de que se vean obligados a cerrar algún hotel o se merme bastante su demanda, la tendrán con los trabajadores eventuales, que se utilizaban, entre otras cosas, para cubrir vacaciones de los que están fijos durante estos meses. No obstante, «tenemos que mantener las esperanzas y no ponernos catastrofistas, y esperar a ver qué dicen desde el Ministerio».

Poniéndose en el peor de los escenarios, Daniel López, director del Hotel Golden, argumenta que si la cosa se alargara a noviembre y diciembre sin nada decidido «tendríamos que cerrar y meternos en un ERE». López asevera que hoteles como el suyo viven desde hace décadas de este programa social y, por eso, gran parte de la plantilla es fija, pero «no sabríamos cómo mantenerla si todo esto se estanca y no sale adelante», apostilla.

Este hotelero tiene claro que los usuarios del Imserso no organizarán sus vacaciones hasta que las cosas estén claras. «Si comienza en enero pues en enero. Pero incluso los que vienen todos los años no van adelantar sus vacaciones a Benidorm sin contar con la rebaja que les ofrece el Ministerio. De ahí la importancia de que esto se ponga a funcionar cuanto antes», recalca López.

Jaime Romero, uno de los trabajadores más veteranos en el Hotel Golden, subraya que tanto él como sus compañeros observan toda esta situación con gran preocupación, ya que saben que se puede ir gente a la calle tanto fija como eventual. No obstante, Romero es optimista y su bagaje en el mundo hotelero le dice que «esto seguro que se soluciona, como ya ha ocurrido en otras ocasiones». Aunque afirma que estas situaciones desestabilizan, «esto es Benidorm y a una mala, el que se vaya a la calle, si tiene contactos puede encontrar trabajo en otro sitio. El problema, quizá, es el que viene de nuevas».

Este recepcionista también es consciente que los que peor lo tienen son los que van enganchando contratos temporales, «que las mejores épocas para que vuelvan a rascar algo ya sería en Navidad, Semana Santa y verano».

«Que aguanten un mes»

Tomás Hernández, encargado del sector de Hostelería en la sección sindical de UGT en Benidorm, reseña también que los empleados más preocupados en este momento son los discontinuos. A pesar de que, como señalan desde Hosbec, en un mes la adjudicación podría estar solucionada, «antes de esa fecha de arranque a muchos de estos trabajadores se les acaba el contrato». Lo ideal sería, según Tomás Hernández, que los hoteleros hagan el esfuerzo y «aguanten durante ese periodo de impasse a toda esta plantilla, que después les haría papel cuando arranque el Imserso. Así evitaríamos que mucha gente se vaya a la calle», dice el sindicalista.

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