Para la edil Marisol Moreno su imputación es fruto «de una persecución política que tiene su origen en el debate antitaurino», por lo que no se ha planteado dimitir. «No es lo mismo una imputación por corrupción que por unas manifestaciones en las redes sociales en defensa de una ideología cuando yo sólo era una activista a la que nadie hacía caso», aseguró ayer la concejala a este diario para reiterar a continuación su arrepentimiento por unos comentarios que calificó de «desafortunados». Moreno agregó que intentará pedirle al juez que contextualice unas manifestaciones que atribuyó a «un calentón» y que «hoy, como cargo público, no se me ocurriría hacer». Sobre su futuro político si el procedimiento sigue para adelante la edil sólo apuntó que «no será una decisión unilateral sino algo que tiene que decidir el tripartito». M. G.