A los 100.000 alumnos que se incorporaron ayer a clase en los 140 institutos de la provincia les faltaron 85 profesores, a quienes Educación adjudicó las plazas a media mañana para que se incorporen el lunes a las aulas. Por contra, 485 aulas se han desdoblado y ha permitido rebajar la ratio.
Los directores de los centros de Secundaria reclaman, como necesidad básica para el curso, una mayor inmediatez en la sustitución de las bajas que, desde que se aplican los recortes, se han prolongado hasta un mes. «Ha llegado el momento de que desaparezca la norma de que no se puedan cubrir las bajas hasta pasados diez días lectivos, que en la práctica se ha convertido en dos semanas y hasta un mes», subraya el portavoz del colectivo provincial, Toni Picornell.
Los responsables de los centros son conscientes de que el proceso burocrático de las sustituciones docentes resta al menos tres o cuatro días lectivos a los alumnos, pero reclaman de Educación una «mayor agilidad» para que se oferten dichas vacantes «desde el primer momento en que se informen las bajas».
La sección de enseñanza del CSI.F sostiene que el primer día de clase «los alumnos con Inglés, Informática, Tecnología, Atención Sociosanitaria, Pedagogía Terapéutica o Sociales no han tenido profesor» por los cambios normativos introducidos en el currículo de Bachillerato para eludir la Lomce y mantener las 4 horas que tenían los estudiantes en las materias troncales, frente a las 3 horas en que quedaban reducidas con el decreto de la anterior consellera.
El propio Vicent Marzà asistió ayer a una clase de primero de Bachillerato en el Lluís Vives de Valencia y explicó a los estudiantes que este refuerzo de las troncales persigue «reforzar la base de conocimiento de las áreas fundamentales, que se consideran básicas para garantizar el rendimiento académico hacia segundo de Bachillerato» y posteriores estudios universitarios.
El conseller eligió este centro para mostrar su apoyo a los estudiantes «y no enviar a la policía contra ellos, como hacía el gobierno anterior», dijo.
Preocupación
La selectividad que viene, o más bien la reválida que en el curso próximo, 2016-17 sustituirá a estas pruebas de acceso según marca al Lomce, es otra de las preocupaciones de los institutos, que demandan desde ya concreciones al respecto, para ir preparando al alumnado de primero de Bachillerato que deberá enfrentarse a los exámenes cuando acaben segundo. Al igual que en los colegios, los libros de texto se sitúan entre las cuestiones más peliagudas en Secundaria porque la Lomce marca su cambio en los cursos impares.
Pese a que la mayoría de los departamentos docentes han optado por no cambiarlos, ayer se encontraban con el inconveniente de que algunas editoriales no ofrecen los libros antiguos y las familias deben buscarlos entre préstamos o bancos de libros sin completar.
El Consell informa por su parte de que el 012 ha recibido en tan sólo diez días hasta 2.300 llamadas relacionadas con la XarxaLlibres, a falta de concretar la gratuidad.
