Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las lluvias alivian la sequía y ahorran 25 millones en agua

Las tormentas más intensas desde abril e 2013 permiten ahorrar a los agricultores y salvan el arbolado

Las lluvias alivian la sequía y ahorran 25 millones en agua

Veintiocho meses, desde abril de 2013, cuando entre los días 25 y 28 se recogieron una media de 70 litros por metro cuadrado, han tenido que pasar para que la provincia de Alicante haya registrado desde el viernes cuatro días seguidos de lluvias intensas pero no torrenciales -salvo el episodio puntual de la madrugada del domingo en Torrevieja y las inundaciones en zonas de Benidorm-, que han supuesto un regalo general para todas las poblaciones pero sobre todo para el castigado sector agrícola, que ha visto como los cincuenta litros de media caídos desde el pasado viernes suponen un riego y la salvación de gran parte del arbolado.

En total, unos 25 millones de euros ahorrados a razón de 0,2 euros el m3 que abonan por el agua. Una hectárea necesita 1.250 m3 por riego y en la provincia de Alicante se mantienen 100.000 ha. en explotación actualmente. Además, el agua de la lluvia tiene más calidad que la de los trasvases, pozos y desalación. Una de las comarcas especialmente beneficiada ha sido la Marina Baixa, que gracias a sus 40 litros de media por metro cuadrado podrá comenzar a recuperar el embalse del Amadorio, cuyo agotamiento tras dos años de sequía adelantó la puesta en marcha de la desaladora de Mutxamel para facilitar el trasvase de agua desde la Mancomunidad de Canales del Taibilla e impedir cortes en Benidorm en pleno verano, ciudad a la que la tormenta de ayer anegó varias calles de forma puntual.

La lluvia ha venido de maravilla a todos los cultivos al no caer en forma de granizo. Beneficia al arbolado, especialmente al granado en estas fechas, y a las hortalizas, según los agricultores. Salvo el aplazamiento de un par de días de la vendimia, ayer todo era satisfacción entre los representantes del sector, como dejaron claro Eladio Aniorte, presidente de Asaja; Enrique Sánchez (Coag); y Ángel Urbina, portavoz de la Federación Provincial de Comunidades de Regantes. No se ha acabado la sequía, ni las amenazas que pesan sobre los trasvases del Tajo al Segura y del Júcar al Vinalopó, pero la lluvia da un respiro importante.

En la ciudad de Alicante, por ejemplo, los vecinos no recordaban haber recurrido al paraguas, algo que sucedió por última vez a finales de noviembre de 2014, cuando cayó una tormenta de granizo sobre la Playa de San Juan y durante dos días se recogieron en torno a los 40 litros. Desde entonces ni una gota reseñable, según recordó Jorge Olcina. Ayer, la lluvia volvió a despertar los barrancos y tuvo especial virulencia en el de Orgegia/Albufereta, que desemboca en la playa, donde se podía observar el canal de salida que forma la lluvia y enturbia parte del mar. Por otro lado, las lluvias, casi torrenciales en algunos momentos, provocaron cortes puntuales de carreteras en varias comarcas como la CV-810 a la altura de Mutxamel donde cayó tierra sobre uno de los carriles. Este desprendimiento se sumó a otros episodios parecidos como un deslizamiento de terreno el domingo en el kilómetro 7 de la CV-920, en Benejúzar, y otro previo en la CV-950, que conecta con Torremendo, entre esta pedanía y Vistabella.

Compartir el artículo

stats