Los trabajadores de la empresa La Alcoyana, que cubren las líneas de autobuses interurbanos de la ciudad de Alicante, ratificaron ayer que comenzarán el próximo día 10 de septiembre una huelga indefinida si no hay avances en las negociaciones entre su compañía y la Conselleria de Obras Públicas.

Según informó el presidente del comité de empresa, Javier Ramírez en declaraciones a Europa Press, el paro afectará a todas las líneas que presta la empresa, tras la huelga de servicios nocturnos durante el verano convocada el pasado 1 de agosto para las rutas 21N (Alicante- Playa Sant Joan- Campello), 23N (Alicante- Sant Joan- Mutxamel) y 24N (Alicante-San Vicente).

Este fin de semana sólo circulará la línea 21N. El motivo de la medida es que la reunión entre la empresa y la Conselleria «aún no se ha producido» y no ha habido avances en las negociaciones.

En cuanto a los servicios mínimos, Ramírez estima que serán de un 30%, aunque «podrían ser de un 25% en las horas bajas y de un 35% en las punta. Si una línea como la 23-Alicante-Hospital-Mutxamel- pueden salir entre 10 y 12 coches al día, durante el paro general se reducirán a tres o cuatro, menos que en un día festivo», apuntó Ramírez.

El presidente del comité recordó que la huelga coincide con el inicio de la temporada escolar, con lo que además de las líneas más fuertes (21, 23 y 24), también redundará en los usuarios de las líneas 36, 38 y C-54, que van a la Universidad de Alicante. La plantilla de conductores de La Alcoyana han decidido parar por el retraso que sufre la negociación para que la matriz, Vectalia, equipare sus sueldos al de sus compañeros de Masatusa, concesionaria de los autobuses urbanos de la ciudad de Alicante.