A 2,3 millones de euros asciende la cantidad que corresponde aportar al Ayuntamiento de Alicante en el plan del Consell para favorecer la gratuidad de los libros de texto a los 34.000 alumnos de Primaria y Secundaria de la ciudad, en centros tanto públicos como concertados.
El equipo que dirige Gabriel Echávarri está buscando la manera de cumplir su parte del trato, toda vez que ya ha hecho público expresamente que respalda participar en el coste que supone la medida anunciada por el presidente Puig para ponerla en marcha este mismo curso y que cubrirán Consell, diputaciones y ayuntamientos para dar a las familias 100 euros como máximo en el plazo de tres meses y otros tantos al terminar el curso.
La Conselleria de Educación cifra en 33 millones de euros lo que aportarán en su conjunto los ayuntamientos, la mitad antes de que termine el año. En esta línea el Consistorio de Alicante trabaja por arañar 1.150.000 euros de su escueto presupuesto en los próximos meses. «Se verá cómo se puede cumplir nuestra parte del trato. La conselleria nos ha dicho que se va a ser flexible y que se va a ver de qué manera podemos colaborar los ayuntamientos porque el 33% va a ser demasiado para la situación de las arcas municipales de Alicante», subrayó ayer la edil de Educación, María José Espuch.
Numerosos padres se dirigieron ayer mismo a la puertas de la concejalía con las facturas de libros en mano, y los teléfonos de la federación provincial de padres Gabriel Miró también echaban humo, reclamando información sobre la XarxaLlibres hacia la gratuidad de los textos.
«De momento no es preciso acudir al Ayuntamiento con los tickets de compra de los libros. Serán los propios centros educativos los que comuniquen a las familias la forma de tramitarlo en su momento», precisó la concejal.
En lo que sí se insiste es en guardar las facturas o bien solicitar un duplicado en el caso de haber hecho la compra de los libros con anterioridad, porque será necesario para recibir los primeros 100 euros antes de que acabe el curso, en la fecha que deberá determinar el Consell.
Cuidado
El cuidado de los libros de texto a lo largo del curso también será imprescindible para obtener, finalizadas las clases, ya el año que viene, una segunda ayuda que en ningún caso superará en su conjunto los 200 euros. «Si los libros que se entregan a final de curso no están en buen estado, ese alumno no recibirá el lote gratuito de libros del curso siguiente y tendrá que comprarlos», señalaron desde la conselleria.
Es una forma de implicar a toda la familia en la red gratuita de los libros de texto a la que todavía le queda mucho por pulir, como reconocen desde Educación. «Trabajamos para que ningún alumno se queda descolgado», abundan en referencia a la posibilidad de que algún ayuntamiento se niegue a colaborar con parte del coste.
A los libros se suman, además, otro tipo de formatos que también serán objeto de la subvención educativa, como pueden ser las tabletas o los textos que elaboran los profesores especialmente para el alumnado de Secundaria.
Desde la conselleria apuntan que todos estos extremos se están perfilando y se concretarán a partir de las reuniones con una comisión integrada por los representantes de los padres de alumnos, entre otros, a partir de la semana que viene.
Un portavoz de la asociación de editores, Anele, subrayó la «absoluta colaboración» del sector con este tipo de iniciativas siempre que se tenga claro una vigencia determinada de los libros -Marzà la sitúa en cuatro años- y que exista viabilidad económica por parte de la administración, para que no pase como con las demoras del extinto bono libro.
