La satisfacción prácticamente generalizada que ayer provocó entre los distintos colectivos educativos el nuevo plan del Consell hacia los libros gratuitos, se ve empañada por la «honda preocupación» que esta medida ha provocado en el sector de las editoriales y librerías. El conseller Marzà, tratando de anticiparse, aseguró que tiene previsto reunirse con »las editoriales y libreros pra plantearles alternativas», entre las que destaca «un plan de fomento de la lectura con criterios pedagógicos».

El titular de Educación quiere resaltar al respecto que «los libros son sólo una herramienta más de la educación»

Cuatro años sin cambios

Un comunicado de la Asociación Nacional de Editores de Libros, Anele, lamentaba ayer el «desconcierto» que achacan a las administraciones educativas que apuestan por la derogación de la Lomce, como es el caso de la valenciana, «que aconsejan que no se compren libros e incluso lanzan convocatorias de ayudas de dudosa legalidad», en referencia a las ayudas de tablets para el libro digital que propició la anterior Conselleria de Educación.

El nuevo plan de libros gratuitos que lidera el Consell, que quiere mantener los textos durante al menos cuatro años a partir del banco de libros que se habrá constituido en todos los colegios e institutos el curso que viene , supondría un nuevo varapalo para el sector editorial y Ciudadanos aboga por ir introduciendo la tableta.

La Constitución

A la federación de padres Gabriel Miró, mayoritaria de los centros públicos de la provincia, la medida le parece por contra «magnífica», y expresamente dieron la «enhorabuena al secretario autonómico, Miguel Soler», que se reunió con las formaciones de padres para explicarles el procedimiento. «Por fin se va a cumplir la Constitución sobre la gratuidad de la enseñanza», apuntaron.