El Consell pone en marcha este mismo curso un plan hacia la gratuidad de los libros de textogratuidad , en el que inicialmente cuenta con las diputaciones y los ayuntamientos para que cada institución aporte una tercera parte de una inversión total prevista de 100 millones de euros de los presupuestos de este año y el siguiente.

Apenas difundido el anuncio de esta medida por parte del president, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, los presidentes de las diputaciones de Alicante y Castellón se apresuraron a desmarcarse «por no consultarlo previamente. Puig ha roto el diálogo con las institutiones provinciales atentando contra su autonomía. Es una manera de intervenir en el presupuesto. Rechazamos participar en el programa», precisaron por escrito.

Sendas declaraciones del resto de grupos políticos en la Diputación de Alicante respaldan por contra el plan del Consell, e incluso señalan, por parte de Compromís, que lo elevarán a pleno, circunstancia que dejaría el rechazo provincial del PP en solitario porque también PSOE y Ciudadanos apuestan por la gratuidad de textos: «Todos debemos echar un cable», dijo Sepulcre. «Sería muy grave dejar sin programa a los alumnos de Alicante sin pensárselo un segundo tras insistir en mantener los sueldos», indica Fullana. El Ayuntamiento de Alicante también lo respalda.

Las previsiones del Consell apuntan que toda familia que disponga de una factura de libros de este curso, con hijos matriculados en colegios e institutos tanto públicos como concertados, entregará el recibo en su ayuntamiento antes de tres meses, en fecha a señalar, para recibir 100 euros.

Al término del curso, y una vez constatado que los libros están en buenas condiciones de uso, se abonará a las familias hasta un máximo de otros 100 euros a cambio de que dejen los textos en los centros escolares.

Si la fórmula funciona porque lo secunden las familias, el curso que viene, 2016-17, colegios e institutos dispondrán de la totalidad de los libros de texto para los alumnos sin que tengan que aportar entonces ni un euro.

En realidad se trata de llevar hasta las últimas consecuencias el sistema del banco de libros que algunos colegios pusieron en marcha hace unos años solidariamentebanco de libros , pero que tanto esfuerzo ha supuesto desde que el anterior Consell eliminó las becas de libros en su totalidad, como también resalta la federación de padres de centros públicos, Gabriel Miró, que ha ahorrado a las familias 188.000 euros con este sistema.

Tanto Puig como Marzà destacan que la medida «forma parte del giro social del nuevo Consell. Trata de igualar a los ciudadanos más allá de su posición económica y no implica un incremento del gasto porque se ha reorientado».

Insisten en la importancia de implicar a las familias en el compromiso del cuidado de los libros: «XarxaLlibres es mucho más que una ayuda, es un proyecto educativo, social, de participación y cooperación», concluyen.