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La Lomce, con «pinzas»

A las puertas de unas elecciones generales, la ley educativa en vigor, Lomce, aborda el nuevo curso escolar cogida con pinzas

Las familias organizan estos días algunas compras de última hora para preparar la vuelta al cole de sus hijos. HÉctor Fuentes

Una Lomce cogida con pinzas, por la elevada contestación de que es objeto y la inminencia de elecciones generales que ponen en juego el signo político del Gobierno central, marca el nuevo curso escolar en el que toca generalizar la aplicación de la normativa educativa en todos los cursos de Primaria, e introducirla en primero y tercero de Secundaria, además de en primero de Bachillerato.

Con el propósito de orillar una legislación que no contenta a los nuevos responsables del Consell, el máximo responsable educativo, Vicente Marzà, ha introducido ya diversos cambios aprovechando el margen de la potestad autonómica y que entran en vigor en septiembre.

De entrada, profesores, padres y alumnos disponen de una semana más antes de volver a las aulas. La primera de las medidas adoptadas por el tandem PSOE- Compromís ha sido precisamente retrasar el inicio del curso. Marzà se ampara en la «mejora y calidad del sistema educativo» y afirma, a un tiempo, sobre los problemas que las elevadas temperaturas ocasionaron el curso pasado que «no se obligará a permanecer en el aula si las condiciones ambientales no son adecuadas».

Los colegios, además, recuperan las clases de una hora frente a los 45 minutos estipulados por el anterior Consell. Se aplicó en todos los niveles de Primaria el curso pasado pese a que la Lomce se estrenaba solo en primero, tercero y quinto, de forma que ahora se revierte por lo mismo en todos los cursos y de primero a sexto las clases serán de 60 minutos. En opinión de los directores de los colegios, las sesiones de 45 minutos habían empezado a generar peores resultados entre el alumnado.

Institutos

El nuevo Consell ha apeado también parte de la normativa Lomce en lo que afecta al primer curso de Bachillerato. El decreto que desarrolló la anterior consellera, María José Catalá, condenaba a los alumnos de la Comunidad a menos horas semanales en materias troncales como Matemáticas, Biología o Física, entre otras, a cambio de aumentar la posibilidad de elegir entre optativas.

Marzà le ha dado la vuelta a la tortilla «para garantizar la base de conocimientos de áreas fundamentales», aunque sindicatos como CC OO exigen que se concreten flecos sobre cómo quedan otras asignaturas que pueden verse ahora perjudicadas, como Plástica. También el PP, ahora en la oposición, critica esta reversión y advierte perjuicios en Tecnología y segunda Lengua extranjera.

La oferta de la Religión, que también ha provocado sus más y sus menos de cara al nuevo curso, se mantiene obligatoria en todos los institutos mientras haya un solo alumno que la pida. El Consell tuvo que dar marcha atrás en su intención de dar libertad al respecto a los centros.

Exámenes

En cuestión de evaluaciones, el alumnado se verá liberado este curso de las correspondientes pruebas diagnósticas que se venían realizando en cuarto de Primaria y segundo de Secundaria a instancias del anterior Consell, así como de la de primero de Primaria estrenada el curso pasado.

Lo que no ha podido esquivar el nuevo Consell son las reválidas o exámenes de fin de ciclo que fija la Lomce, y que el año pasado ya hizo todo el alumnado de tercero de Primaria. A esta prueba se suma este curso la de sexto de Primaria. El Gobierno central insiste en que ninguna de estos exámenes influirá en el resultado académico final, algo que cambiará en 2016-17 si la Lomce sigue adelante porque las de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato harán las veces de prueba final para obtener el graduado y poder acceder a la universidad respectivamente.

El conseller de Educación no es partidario de estas evaluaciones pero tan sólo puede bloquear las diagnósticas y es lo que ha anunciado de momento. Considera que al alumnado lo evalúa continuamente el profesorado y que con esos otros métodos se contribuye a crear rankings entre los centros.

Finalmente, que las recuperaciones vuelvan a septiembre o se mantengan en julio dependerá de los resultados los dos años que se han adelantando estos exámenes, aunque ya los directores han avanzado las notas y no difieren respecto a los de septiembre.

Comedores y el transporte escolar también aportan cambios. Por primera vez habrá comedor becado desde el primer día de clase y las ayudas al transporte se amplían para evitar los kilómetros en linea recta que fijó el PP para recortar becas, dejando fuera a 2.500 alumnos en la provincia. Esta ayuda se puede pedir hasta el próximo 4 de septiembre.

La filosofía global con la que el conseller aborda este nuevo curso parte de poner en valor la innovación pedagógica y dar alas a las comunidades de aprendizaje, sistema educativo que integra a la sociedad en los centros educativos con una participación activa de los padres en las aulas.

Colegios como el Benacantil de Alicante se acaban de constituir oficialmente en Comunidad de Aprendizaje tras dos años de iniciación que ya han dado como fruto la merma de conflictos en el aula, un mayor interés del alumnado y una estrecha relación con las familias, como afirman la directora, Mari Cruz Pascual; madres voluntarias como Ester Sánchez, y tutores como Ana Fernández y Rubén Mateo. Alumnos, padres y docentes interactúan en el aula en tertulias literarias o cualquier otro tipo de actividad, como pueda ser la Educación Física.

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