¿Por qué son más frecuentes las rupturas tras el verano?
Durante los meses estivales hay un aumento del contacto entre los cónyuges, y esto puede perjudicarles o beneficiarles. A las parejas que tengan desavenencias porque tienen mucho estrés laboral les puede venir porque están más relajados. No obstante, también se puede encontrar agravios que están ocultos durante todo el año por el trabajo u otras cuestiones que los mantienen en un segundo plano. Esto sucede en matrimonios con déficit de atención, un bajo compromiso, que suelen discutir y que no tienen habilidades para resolver conflictos.
Entonces, ¿los conflictos de pareja que se van arrastrando durante todo el año se pueden evidenciar en verano?
Se acrecientan si el matrimonio no tienen habilidades para resolver esos problemas, más aún si las desavenencias son por razones intrínsecas como un bajo nivel de comunicación. Entonces es cuando puede estallar la olla a presión. Elecciones como dónde vamos a comer o el destino de vacaciones pueden ser motivo de más discusiones en estas parejas.
¿Y si, además, les es difícil entenderse en la cama?
Es uno de los problemas más frecuentes de las parejas que acuden a la consulta. Durante el verano aumentan las frecuencias de relaciones sexuales y, si hay un problema en este ámbito, destaca mucho más si durante el invierno el intervalo de relaciones es una cada dos meses. Además, al haber más tiempo libre ya no hay excusas y, si uno demanda y no recibe, se hace más visible el problema.
¿Qué consejo daría a un matrimonio que se esté replanteando la separación?
Si tienen algún problema que está enquistado y les es imposible solucionarlo, sus discusiones son frecuentes y no llegan a ningún puerto, deben acudir a una profesional neutral que les pueda ayudar. Leer un libro de autoayuda les puede ayudar sólo en casos leves.
¿En qué otra épocas del año son comunes estas crisis?
En Navidad también hay un repunte. Durante este periodo se pasa más tiempo con la familia y hay más obligaciones y, si no hay diálogo, puede haber rupturas pero no sólo por eso sino porque esa relación ya estaba tocada. En muchos casos hay problemas de límites con la familia de origen.
¿Cómo hay que marcarlos?
Desde la consulta les indicamos que la pareja formada no tiene que ver con el patrón familiar del que procede. Han de poner sus propias normas y límites en cuanto a cualquier injerencia que los padres o suegros quieran poner sobre la relación. Últimamente atiendo bastantes casos en los que él o ella tienen que estar constantemente en contacto con sus padres, e incluso ellos hacen múltiples visitas cuando quieren, y eso puede molestar a la pareja.
Y, en el caso que se dé un paso hacia la separación, ¿cómo aprender a vivir sin pareja después de una relación larga?
Tiene que haber un periodo de duelo para rehacerse, más aún si se tienen hijos. Es un error iniciar una nueva relación al poco de romperse el matrimonio.
