El plan parcial 1/4 de la Albufereta fue aprobado por el Ayuntamiento en noviembre de 1991, pero las obras de urbanización se demoraron ocho años en su inicio en parte por la existencia del Cerro de las Balsas, de interés arqueológico, y que quedó protegido, aunque para entonces ya se habían destruido muchos vestigios, en lo que influyó el vandalismo (lo que hay urbanizado están lleno de pintadas). En la zona se hicieron muchas excavaciones que pagó el urbanizador con un coste de un millón de euros. Aunque Pavón reconoció que no todos los restos se conservarán ya que se construirá sobre algunos, el Ayuntamiento creará un parque arqueológico con los hornos íberos salvados.
