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«Sí que nos comemos el turrón»

El tripartito resta importancia a los roces y aboga por el «diálogo» para llegar a acuerdos

«Sí que nos comemos el turrón»

«Nos comeremos el turrón y no sólo el de este año. El de todos hasta el final del mandato». Así de contundente se mostró ayer el vicealcalde y líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, al valorar los múltiples desencuentros dentro del tripartito en los primeros dos meses y medio de rodaje. Un tiempo en el que los partidos del equipo de gobierno PSOE, Guanyar y Compromís han evidenciado sus discrepancias en asuntos como el nombramiento como asesora de la mujer del exsenador socialista Ángel Franco, el intento de retirar el busto del Rey del Salón Azul, el veto a vaquillas del Moralet o si debe haber peces o no en el acuario de la plaza Nueva. En la polémica de los veladores se ciñen al guión del pacto de gobierno, al que llegaron tras solventar sus discrepancias, para evitar que, al menos por el momento, estallen las tensiones.

El portavoz del tripartito y líder de Compromís, Natxo Bellido, sostiene que son «las discrepancias de un gobierno plural y de progreso». Admite que «la coordinación es un aspecto fundamental» que deben «cuidar día a día». Bellido destaca su voluntad para «engrasar» las relaciones de un equipo de gobierno que, en su opinión, «funciona bien, con lealtad, confianza y objetivos comunes». Para Bellido, el que haya tres partidos en el equipo de gobierno «obliga a funcionar por consenso y eso implica que en unas cuestiones cedan unos y, en otras, lo hagan otros». Bellido incide en que se rigen por las directrices del pacto de gobierno y que, en caso de divergencias sobre asuntos que no se recogen en él, «nos sentaremos a dialogar, que seguro que llegamos a acuerdos en materias vitales».

Es en las Juntas de Gobierno así como en las reuniones que, asegura, mantienen los tres portavoces del tripartito semanalmente donde abarcar este tipo de cuestiones. Desde el entorno del alcalde, Gabriel Echávarri, también apuntan a la Junta de Gobierno como órgano de diálogo, señalando que en caso de no alcanzar acuerdo sobre un tema, se retirará para llegar a un consenso. Hoy mismo está previsto que desde Guanyar propongan a sus socios modificar el contrato de recogida de basuras que gestiona una UTE participada por Enrique Ortiz para que a partir de enero dejen de llegar 55.000 toneladas de residuos del sur de Valencia, lo que supondría una merma en los ingresos municipales de un millón de euros al año. Echávarri ya dijo que habría que valorar los pros y los contras. Bellido, por su parte, es partidario de la propuesta, pero tampoco obvia las dificultades económicas. Al respecto, incide en que «el problema» al que se enfrentan no son las discrepancias «si no la situación económica que nos impide tomar algunas medidas».

Para el vicealcalde y líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, los roces surgidos entran dentro de lo «normal» en un tripartito «por la pluralidad de sensibilidades», por lo que considera que hay que «quitar hierro al asunto». Pavón es partidario de que cada partido pueda «fije su propia decisión» sobre los temas municipales «con independencia de la decisión final». Al igual que Bellido, aboga por el diálogo para acordar posturas comunes y por hacerlo «con independencia de quién gestione cada concejalía porque no son compartimentos estanco».

Desde la oposición, el edil del PP Luis Barcala critica que el tripartito esté «enfrascado» en polémicas sobre «peceras, vaquillas o el busto» e insta a que asuntos «de los más desfavorecidos, limpieza, modelo económico y turístico, Ikea o el empleo sean abordados con la urgencia que prometieron».

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