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Dos meses y medio de roces

Varios temas causan desencuentros en el tripartito, que arrastraba diferencias por los veladores

Dos meses y medio de roces

Dos meses y medio después de tomar posesión del cargo y de comenzar a gobernar el Ayuntamiento de Alicante, el tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) ha dejado en evidencia sus primeras fricciones. Ya en la negociación del pacto de gobierno hubo asuntos, como la gestión de los veladores, que provocaron discrepancias. Salvado el acuerdo sobre esta cuestión, al menos sobre el papel, el primer enfrentamiento entre los socios de gobierno lo provocó la decisión del alcalde, Gabriel Echávarri, de nombrar como asesora municipal del PSOE a la mujer del exsenador socialista, Ángel Franco. El veto de Guanyar a las vaquillas del Moralet o las posturas encontradas entre los de Echávarri y los del vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, a cuenta de los peces del acuario de la Plaza Nueva han provocado tensiones entre ambas partes.

Las Juntas de Gobierno, que habitualmente se celebran cada semana, aunque en agosto se han distanciado, son el órgano en el que los representantes de los tres grupos que conforman el tripartito exponen sus principales propuestas, algunas anunciadas públicamente con anterioridad, para tratar de contar con el beneplácito de sus socios. Mañana mismo, desde Guanyar tienen previsto plantear a PSOE y Compromís su propuesta de modificar el contrato con la UTE participada por Enrique Ortiz que gestiona la limpieza y la recogida de residuos con el objetivo de reducir a partir de enero la basura que llega de fuera al vertedero de Fontcalent. Esta medida conllevaría una reducción de ingresos para el Ayuntamiento de un millón de euros al año lo que podría acabar originando otro punto de discordia, teniendo en cuenta las dificultades de la hacienda municipal, cuya gestión directa depende del PSOE.

En las negociaciones del pacto de gobierno, antes de la toma de posesión, los tres partidos ya mostraron sus discrepancias. No sólo sobre quién debía ser el alcalde, sino también en asuntos como la gestión de veladores. Los puntos de encuentro superaron a los desencuentros, dando lugar a un pacto de gobierno en el que PSOE, Guanyar y Compromís lograron consensuar una hoja de ruta.

En el caso de los veladores, las reivindicaciones de Guanyar que en su programa electoral proponía una modificación de la ordenanza- chocaron con la posición más moderada del PSOE y Compromís, llegando al acuerdo de que lo primero que harían es hacer cumplir las ordenanzas existentes de vías públicas y ruido, pero estudiando su modificación o la declaración de zonas acústicamente saturadas en el caso de que la aplicación de la normativa no lograse resolver el conflicto entre ocio y descanso. Aunque los hosteleros amenazan con ir a los tribunales tras conocer las intenciones de Pavón (edil de Vías Públicas) de reducir el espacio de sus veladores en algunas zonas y piden la mediación del alcalde, Echávarri evita enfrentamientos con sus socios asegurando que se limitarán a aplicar la ordenanza. Y eso que enfrente -en el lado de los hosteleros tiene al portavoz de la ejecutiva local del PSOE y representante de los locales de ocio, Lalo Díez, quien llegó a asegurar la semana pasada que, si fuera por él, el pacto con Guanyar «no seguiría». Por el momento, los miembros del tripartito se ciñen al guión de su acuerdo de gobierno, evitando salirse del mismo para no enfrentarse en un asunto polémico con muchas papeletas de generar tensiones internas a lo largo del mandato.

El primero y más evidente de los enfrentamientos estalló a sólo una semana de la toma de posesión, por el nombramiento como asesora del PSOE de la mujer del exsenador, Ángel Franco. El histórico socialista se dio de baja voluntaria en el PSOE a finales de 2014 después de que salieran a la luz sus conversaciones con Enrique Ortiz, recogidas en el sumario del caso Brugal. Tanto Guanyar como Compromís rechazaron de plano el nombramiento de la asesora, pero Echávarri no cedió.

Este ha sido el enfrentamiento más importante hasta la fecha, pero no el único. La negativa de Guanyar a ceder la parcela municipal para la suelta de vaquillas en el Moralet con motivo de las fiestas de agosto de la partida también despertó malestar entre los socios de gobierno del PSOE. En este caso, Pavón no se movió ni un ápice de su postura, ni siquiera aceptó la alternativa de que los vecinos utilizaran este año la parcela y buscar otra el año que viene.

En los últimos días, los del tripartito han evidenciado un nuevo choque. Después de que un fallo de mantenimiento provocara el cierre del acuario de la Plaza Nueva tras la muerte de los 130 peces, Echávarri apuesta por reabrir las instalaciones con nuevas especies mientras que sus socios de Guanyar quieren que se abra, pero sin peces, como un espacio multimedia. En esta ocasión, desde el PSOE se hacen fuertes en su postura esgrimiendo que el acuario es potestad de la Concejalía de Infraestructuras y Mantenimiento que gestionan los socialistas.

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