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A Pie de Calle

Urbanismo dará amparo a los refugios de la guerra para evitar su desaparición

El vicealcalde quiere ampliar la suspensión de licencias urbanísticas a estas instalaciones para evitar que sufran daños antes de que sean incluidos en el nuevo Catálogo de Bienes e Inmuebles que tiene previsto redactar

El refugio antiaéreo de la plaza de Séneca es el más grande de los dos que se pueden visitar en la ciudad. RAFA ARJONES

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, tiene intención de ampliar a los refugios de la Guerra Civil la suspensión de licencias urbanísticas que hace unos meses se acordó sobre más de cien edificios y yacimientos arqueológicos de la ciudad, que quedaron desprotegidos con la anulación del Plan General. Pavón quiere evitar que estos refugios subterráneos puedan sufrir daños o desaparecer antes de que pueda llegar a aprobarse el nuevo Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos, donde se incorporarán sus fichas.

El regidor recuerda que algunos refugios, como el de Alfonso el Sabio o el de Campoamor, desaparecieron por las obras del aparcamiento y del Auditorio Provincial respectivamente y que el de Séneca estuvo a punto de correr una suerte similar, de no ser porque finalmente se descartó la construcción de un parking subterráneo. Este refugio, junto al de la plaza de Balmis, fue recuperado por el anterior equipo de gobierno local y rehabilitado para que pudiera visitarse.

El concejal de Urbanismo recuerda que ha venido reclamando la protección de los refugios y denunciando la agresión a la que se exponía el de Séneca con la previsible construcción del aparcamiento que, finalmente, se descartó. Para evitar situaciones similares, pretende ampliar la suspensión de licencias que rige sobre edificios y yacimientos arqueológicos a estas infraestructuras con el fin de evitar que puedan sufrir algún daño antes de ser incluidos en el Catálogo de Bienes y Edificios.

En el subsuelo de la ciudad hubo repartidos durante la Guerra Civil más de un centenar de refugios antiaéreos públicos, aunque en los informes municipales figuran 96. Un equipo del Cophiam (Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico Municipal) dirigido por Pablo Rosser elaboró en 2003 fichas de casi todos ellos, dentro del Plan Especial de Protección Arqueológica.

Rosser considera que la ley de Patrimonio Histórico Español y la de Patrimonio Cultural Valenciano protegen los refugios al contemplar la protección de arquitecturas militares, pero lamenta que ello no evitara la desaparición del que había en Campoamor. Por ello, cree que con una protección específica de cada uno de ellos se salvaría la inseguridad jurídica. Señala que se incluyó a modo de anexo del catálogo de la revisión del Plan General (ahora anulada) una relación de los refugios. En cualquier caso, la retirada del documento urbanístico dejaba sin efectividad alguna ese catálogo.

Para evitar que edificios y yacimientos arqueológicos quedaran desprotegidos, por no estar amparados por otros planes de protección, en mayo se aprobó la suspensión de licencias urbanísticas en todos aquellos bienes que no estaban amparados por catálogos vigentes.

En el caso de los refugios de la Guerra, Pavón quiere las máximas garantías de que no desaparezcan antes de ser incluidos en el nuevo catálogo que redacte el equipo de gobierno antes de mayo del próximo año, cuando caducará la suspensión de las licencias urbanísticas. En ese nuevo catálogo, Pavón pretende incluir más edificios y bienes de los que había hasta ahora o aumentar el grado de protección de algunos de ellos.

Antes de la confección del catálogo, pretende llevar a una Junta de Gobierno Local la ampliación de la medida de suspender las licencias urbanísticas a los refugios y otros inmuebles.

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