El empresario Enrique Ortiz aspira a su primer gran contrato con el tripartito de Alicante PSOE, Guanyar y Compromís presentando una oferta económica que los técnicos han echado para atrás al considerarla «desproporcionada y anormal», lo que se conoce como baja temeraria. El tripartito da ahora cinco días al empresario para justificar que el precio ofrecido, con una rebaja del 21% sobre el precio de licitación, es suficiente para acometer la finalización de las obras del Observatorio de Medio Ambiente en la Vía Parque. Se trata de unas obras que el equipo de gobierno tiene prisa en acabar, pues si no lo hace antes de fin de año perderá la subvención europea de 800.000 euros concedida para el proyecto.

Ayer se abrieron las plicas con las ofertas presentadas por nueve mercantiles, entre ellas Obras Asfálticas y Construcciones S. A. de Enrique Ortiz, que ofreció la oferta más baja: 516.019 euros. Una bajada del 21% con respecto al precio de licitación de las obras 653.602 euros. Se trata de 137.583 euros menos y una baja bastante más significativa que la de las otras ocho empresas que optan al contrato.

Enrique Ortiz, imputado en el caso Brugal por los supuestos amaños del Plan Rabasa y el Plan General, está en el foco de las críticas de los grupos del tripartito, no sólo por sus implicaciones judiciales y su relación con la exalcaldesa, Sonia Castedo. Las grandes contratas que gestiona el empresario, como la de limpieza y recogida de basuras, también han sido objeto de las críticas. Al que, el ahora vicealcalde Miguel Ángel Pavón, ha venido refiriéndose como el «empresario de cabecera del PP» opta a su primer contrato con el tripartito.

El concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, sostiene que «las bajas temerarias son una cuestión preocupante porque en legislaturas anteriores ha habido muchas pujas a la baja que durante la ejecución han ido incrementando el precio de las obras para terminar encareciendo el precio hasta cifras que habían sido desestimadas en el proceso de adjudicación por ser las superiores». Con todo, desde el Ayuntamiento de Alicante esgrimen que las alegaciones que presente el empresario «serán examinadas por los técnicos municipales para considerar si las justificaciones son admisibles».

En caso de admitirse las justificaciones de Ortiz, el propio edil admite que la oferta de Ortiz tendría «bastantes posibilidades» de ser seleccionada por tratarse de la oferta económica más baja. La segunda oferta, por detrás de la de Ortiz, es la de Coinger, que rebaja en un 17% el coste de licitación, sin que llegue a considerarse «desproporcionada o anormal».

Las obras del Observatorio de Medio Ambiente debían haber terminado en 2013. El Ayuntamiento rescindió hace un año el contrato con la anterior adjudicataria por los múltiples retrasos y volvió a licitar la finalización de las obras, sin que ninguna empresa se presentara. Una de las primeras medidas del tripartito en materia de contratación fue sacarlo de nuevo a licitación, con un precio más atractivo que ha captado el interés de nueve empresas.

El Observatorio ocupa una parcela de 7.000 metros cuadrados. En ella se ubicará un complejo de 1.000 metros cuadrados, con un salón de actos para 200 personas, una biblioteca, un archivo, una sala de exposiciones, área didáctica y la zona administrativa y de gestión.