Cerca de 2.500 alumnos de la provincia que hace tres años perdieron la beca de transporte al endurecer el Consell los requisitos, la recuperarán este curso. Y es que la Conselleria de Educación ha decidido modificar el requisito de vivir a más de tres kilómetros en línea recta del centro educativoen línea recta. En una resolución publicada ayer en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana se establece que podrán acceder a las ayudas los alumnos de Primaria y Secundaria que vivan a más de tres kilómetros, «siguiendo la trayectoria de menor distancia accesible y segura». Nada de medir las distancias en linea recta, una premisa que hace tres años obligó a la supresión de numerosas rutas de autobús escolar. Responsables de los centros escolares estiman que gracias a este cambio de criterio, volverán a recuperar la beca los estudiantes que hace tres cursos la perdieron y que fueron unos 2.500.
Además, también se contempla que, con carácter excepcional y con un informe previo de la dirección territorial competente en materia de Educación, se puedan tener en cuenta aquellas zonas en que el acceso en el centro docente sea dificultoso a causa de la orografía del terreno, de la peligrosidad de las vías o del tiempo de acceso.
El pasado curso escolar se beneficiaron de estas ayudas 17.802 escolares en la provincia, según datos aportados ayer por la Conselleria de Educación.
Plazo extraordinario
Tras la publicación ayer de la resolución en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana, la Conselleria abre un plazo extraordinario del 22 de agost al 4 de septiembre de presentación de solicitudes de transporte escolar para aquellos alumnos que no hayan podido solicitar las ayudas en el plazo ordinario y que se puedan ver beneficiados por el cambio en los requisitos.
Desde la Conselleria de Educación señalaron ayer que el objetivo de esta medida «es proporcionar un servicio público educativo de calidad al alumnado y conseguir que los obstáculos de cualquier naturaleza no impidan el ejercicio del derecho a la educación». De esta forma, «se revierte un trato discriminatorio entre el alumnado, sustituyendo la medición en línea recta por una serie de requisitos mucho más ajustados a la realidad del entorno de los centros educativos y de las localidades donde residen los alumnos, sobre todo por lo que respecta a las comunicaciones».
El endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca de transporte provocó en septiembre de 2012 numerosas protestas de padres y alumnos, que no dudaron en organizar marchas a pie a sus respectivos centros escolares para protestar por la medida adoptada por la Conselleria. Pese a las quejas unánimes de la comunidad educativa, el departamento de María José Catalá mantuvo este requisito durante los últimos años.
