La suciedad del surtidor de detrás del ayuntamiento, en la plaza de la Santísima Faz, ha desaparecido gracias a la limpieza realizada tras las quejas de vecinos y comerciantes que, tal como recogió este diario, denunciaron el deterioro de la emblemática fuente por la falta de mantenimiento y el mal uso de los turistas que lo utilizaban como lavapiés.