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El General aplica una técnica puntera para predecir recaídas en pacientes con leucemia

El servicio de Hematología es capaz de detectar una célula cancerosa entre 100.000 sanas

Fabián Tarín, responsable de Hematología Diagnóstica. CAROLINA ESCALANTE

Es uno de los grandes retos en el tratamiento de los cánceres hematológicos como la leucemia. Poder identificar células residuales resistentes que provocan recaídas en los pacientes y actuar eficazmente para eliminarlas y que el cáncer no se vuelva a repetir.

El Hospital General de Alicante ha dado un paso importante en este sentido al aplicar una técnica «que permite detectar una sola célula cancerosa entre 100.000 sanas», señala Fabián Tarín, jefe de sección del servicio de Hematología y responsable de Hematología Diagnóstica en el centro sanitario alicantino. Y es que, la mayoría de cánceres hematológicos responden favorablemente a los tratamientos actuales, «pero hay un porcentaje de pacientes que pueden recaer de su enfermedad», explica Tarín.

Las células residuales resistentes pueden ocultarse en diferentes órganos y tejidos y permanecer latentes durante años sin dar la cara. Además, «poseen unas características propias que hacen difícil distinguirlas de las células normales». Aunque la técnica desarrollada por el Hospital General, denominada citometría de flujo multiparamétrica, permite detectar una célula cancerosa entre 100.000 sanas, Fabián Tarín sostiene que «la probabilidad de recaída no es nula» para aquellos pacientes con leucemia aguda en los que no se detecta ninguna célula cancerosa, «aunque sí podemos decir que es baja». Y es que, añade el facultativo, «la medicina no es una ciencia exacta».

El Hospital General de Alicante es centro de referencia para toda la provincia en la aplicación de estas técnicas, «y uno de los más punteros a nivel nacional». Actualmente tiene en seguimiento a cerca de 200 personas, muchas de ellas niños. Las muestras se obtienen de la médula ósea del paciente, a través de una punción medular en el esternón, y se analizan en busca de características específicas que son propias de las células cancerosas.

La muestra obtenida a un sólo paciente «supone que se analicen una a una cinco millones de células. Es un estudio largo y complejo para el que se requiere personal técnico, enfermeros y facultativos con un alto nivel de especialización». Cada paciente se somete a estas pruebas una vez al año durante cinco años. Pasado este tiempo libres de la enfermedad, «las posibilidades de recaída disminuyen bastante», afirma el responsable de Hematología del Hospital General.

Tarín explica que las recaídas en el caso de los cánceres hematológicos suelen ser más graves que el primer diagnóstico «porque las células residuales ya han resistido un tratamiento previo contra la enfermedad y son mucho más fuertes».

Líneas futuras

En este sentido, las líneas de investigación futuras de la unidad «irán dirigidas a aislar estas poblaciones e investigar los mecanismos de resistencia para poder atajarlos».

Precisamente Fabián Tarín lamenta que «muchas de las técnicas que actualmente aplicamos en este hospital han sido fruto de líneas de investigación traslacional y es lamentable que profesionales expertos en estas líneas y directamente responsables de su desarrollo no consigan estabilidad profesional». Para este facultativo, las bolsas de empleo y los concursos oposición «apenas valoran los méritos científicos, y este es uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos en la sanidad pública actualmente».

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