La reparación de las filtraciones de agua de la fuente de Luceros a la estación del tranvía, que ha reabierto el debate del traslado a otro lugar de las mascletàs si se confirman como causa principal del deterioro, preocupa a las Hogueras después de que hace dos años se encontrara una solución para el cambio de ubicación con la protección de los caballos de la fuente de Bañuls.
En 2013 el Ayuntamiento acordó el traslado de las mascletàs a otro lugar, la plaza de la Estrella, pero finalmente dio marcha atrás y los fuegos se quedaron en Luceros protegiendo sólo los corceles, los más deteriorados, por las microfisuras y el mal de la piedra que sufrían. Ahora es el vaso el que presenta problemas, puesto que surgieron grietas después de los disparos del pasado junio. Por ellas se ha filtrado agua a la estación del TRAM, lo que ha obligado a recubrir la pileta con una malla de fibra de vidrio para dejarla totalmente aislada en una intervención que ha costado 7.000 euros a las arcas municipales.
El presidente de las Hogueras, Manuel Jiménez, cree que, antes de culpar a la pólvora, hay que esperar al resultado de los informes técnicos que se harán a partir de septiembre, según anunció ayer el concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez.
Aún así, las Hogueras instan al Ayuntamiento a plantearse una restauración completa del monumento con materiales imperecederos y mucho más resistentes tanto a las mascletàs, como al tráfico y las vibraciones del tranvía, «porque ya quedó claro en los informes que se hicieron con anterioridad que no sólo la pólvora perjudica», recordó Jiménez.
«Sería una pena que se suscitara de nuevo el debate y que tuviéramos que trasladarlas a otro sitio si la culpa de los daños no fuera al 100% de la mascletà. Hay que esperar a los nuevos informes y ver si la pólvora perjudica realmente; si no, el Ayuntamiento debería plantearse una restauración completa con materiales mucho más resistentes», reiteró. Asimismo, el presidente de la Fiesta replicó al concejal de Medio Ambiente que la Fiesta es respetuosa con la ciudad, «además de solidaria y beneficiosa», y que el corte de las raíces de un ficus por una barraca las pasadas fiestas en la plaza de Gabriel Miró fue un hecho aislado. «Eso no se debe hacer pero por un caso no se debe catalogar a todos por igual. Además de festeros, somos ciudadanos, y la mayoría respetuosos con el patrimonio».
El edil Domínguez adelantó que si los informes técnicos confirman el efecto negativo de las mascletàs para la piedra, se buscarán otras ubicaciones para compaginar el disfrute de la Fiesta y la conservación y protección del patrimonio, uno de los objetivos, recordó, del tripartito.
