Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una centenaria en el Salón Azul

Emilia Cortés, que hoy cumple cien años, consumó su ilusión de visitar el Ayuntamiento

Emilia Cortés Llopis, con su ramo de flores. rafa arjones

Nunca es tarde para cumplir una ilusión. La de Emilia Cortés, una alicantina que hoy cumple cien años, era visitar el interior del Ayuntamiento de Alicante frente al que había pasado en infinidad de ocasiones sin llegar a entrar. Su famlia la acompañó esta semana a cumplir ese deseo. Quiso que la recibiera Natxo Bellido, con quien su marido compartía, sin ser familia, el mismo apellido. Fascinada por la belleza del Salón Azul del edificio barroco del siglo XVIII, le revelaba a Bellido que su padre y su abuelo fueron alcaldes del Raval Roig y que ella era una mujer de izquierdas.

«Los veo sencillos, como a mí me gustan. Sin la corbata puesta», comentaba Emilia al ser preguntada por su opinión sobre el nuevo tripartito que gobierna la ciudad. Recorriendo el Salón Azul cogida del brazo de Bellido conversaban. «Se puede decir de usted que ya es una joven madura», le dijo Bellido, a lo que Emilia le replicó con un mismo sentido del humor: «Una reliquia de anticuario, diría yo».

«Tienes cara de hacerlo bien», le dijo a Bellido antes de despedirse con el consejo de que «se fije bien en todo lo que hace» y pedirle que a los ciudadanos de Alicante «nos ayude en lo que pueda, porque la cosa está muy mal», aunque admitió «no podréis hacer todo lo que queréis».

Tras su visita guiada por el Salón Azul, esta mujer centenaria, que ha tenido tres hijos, seis nietos y nueve bisnietos, explicaba su ilusión por visitar el Ayuntamiento. «Quiero llevarme este recuerdo», contaba Emilia Cortés, que nació en el Raval Roig, donde vivió muchos años, y fue modista de profesión. «Pasaba todos los días por enfrente, pero no había llegado a entrar y es precioso», aseguró.

Cien años dan para mucho y son muchas las experiencias vividas, entre ellas el paso por las calamidades de la Guerra Civil. Admite que ahora «se vive mejor» que antaño, pero mira con nostalgia a algunos momentos del pasado. Políticamente, se declara de izquierdas y da mucha importancia a su voto. Admite su simpatía hacia al nuevo gobierno municipal «porque los veo sencillos», pero le inquieta la situación económica general y el desempleo. «Me preocupan las deudas que han dejado y cómo pueda llegar a afectar eso a mis nietos y bisnietos», dice. Otra de las cuestiones que, asegura, «le choca» de los tiempos actuales son algunos programas de televisión en los que, asegura, «se faltan el respeto al hablar».

Afirma que es el amor de su familia lo que la hace «vivir cada día», por lo que confesó el deseo que pedirá cuando apague sus cien velas: «Salud y trabajo para todos ellos».

Compartir el artículo

stats