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El Rebolledo exige más vigilancia policial tras una oleada de robos

Los vecinos se quejan de la nula presencia de patrullas por las noches, cuando hay asaltos

El Rebolledo exige más vigilancia policial tras una oleada de robos

La oleada de asaltos a chalés en El Rebolledo este verano, que ha afectado a una docena de casas, ha desatado la alarma en la pedanía alicantina y un gran malestar en el vecindario, que denuncia la nula presencia policial por las noches. De madrugada es cuando se han producido la mayoría de los robos. Sólo en una se produjeron cinco, en el fin de semana de las fiestas de Moros y Cristianos, en julio, y el primer fin de semana de agosto se registraron varios más.

En la partida alicantina reclaman que haya más patrullas vigilando sus accesos y más controles desde que oscurece. Actualmente, añaden los vecinos, agentes de la Policía Nacional, de la Autonómica o de la Local realizan controles muy eventuales a mediodía, o por la tarde, por lo que la mayoría de conductores a los que paran son residentes de la pedanía que vuelven de trabajar o de hacer gestiones en Alicante.

Esto provoca enfado entre los afectados, como José, al que la Policía Autonómica ha parado este verano en tres ocasiones desde junio. «Hay vecinos que circulan sólo por aquí que aún no han pasado la ITV, y llaman a la Policía Local para que los denuncie. En cambio, no pillan a los ladrones, que siguen robando por todos los lados. Te paran a las cuatro de la tarde en un control, te cachean e inspeccionan los vehículos, pero por la noche no se ve ni una sola patrulla», refirió.

También hay quejas porque instalan los controles a las 10 de la mañana en las puertas de algunos restaurantes, lo que ahuyenta a la clientela a la hora del almuerzo.

Aunque, según confirmó el alcalde, Gabriel Echávarri, la Policía Nacional desarticuló a principios del verano una banda que realizaba asaltos en las pedanías, los robos se han convertido en un problema endémico en las partidas. Las denuncias por robos motivaron hace algún tiempo el compromiso de instalar un retén policial, que no ha llegado a materializarse.

En una de las casas asaltadas este verano vive Abilio Murat. «Arrancaron la reja de una ventana con un pico que cogieron del garaje y se metieron dentro. No destrozaron nada pero tiraron y revolvieron toda la ropa y se llevaron joyas valoradas en más de dos mil euros, y porque no teníamos más», explicó a este diario el afectado, que presentó la correspondiente denuncia policial. Murat contactó con la Policía cuando regresó al domicilio familiar de noche tras asistir a uno de los desfiles de fiestas, y los agentes de la Científica tomaron las huellas.

Este vecino de El Rebolledo cree que los ladrones les observaron, tanto a él, como a otras víctimas. «Conocen nuestros movimientos, porque estando en casa no vienen. Y saben que las personas mayores guardamos las joyas en casa». Para prevenir nuevos sustos, Murat, que ha cubierto los daños con su seguro, ha instalado una alarma en el chalé. Este vecino refirió otros asaltos a residentes a los que les robaron hasta las camas.

Este mismo mes un vecino que es mecánico sufrió un asalto en su negocio y le robaron el coche de un cliente que estaba reparando.

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