Ecologistes en Acció del País Valencià ha "plantado" 36 "banderas negras" en la costa de la Comunitat, entre otros motivos, por contaminación orgánica derivada de "una mala" depuración de aguas residuales y su vertido en el litoral.

Esta organización ha realizado un seguimiento durante 2015 de los principales impactos y amenazas que afectan al litoral de la Comunitat, cuyos datos figuran en un informe que ha facilitado hoy.

Con este nuevo informe de "banderas negras", Ecologistes en Acció del País Valencià trata una vez más de informar a la ciudadanía de la situación en la que se encuentran las costas a lo largo de las provincias de Alicante, Castellón y Valencia.

El informe abarca, igualmente, "temas relacionados con la mala gestión ambiental por parte de las diferentes administraciones", como es el caso según expone, del "puerto de Alicante".

Dentro de este apartado cita también la gestión realizada en el caso del proyecto Castor, que califica de "nefasta" y sostiene que ha "costado millones de euros a todos los españoles", o "la improvisación en los accidentes marítimos como el caso del buque 'Sorrento'".

"El fondeo de embarcaciones de recreo sobre pradera de Posidonia oceánica en la Isla de Tabarca (Alicante) se ha merecido también una bandera negra", según fuentes de Ecologistes en Acció del País Valencià.

Igualmente, resalta "episodios de contaminación con efectos negativos, como fue el desarrollo de una marea roja (bloom algal) en la playa alicantina de San Gabriel", así como "el vertido de aguas depuradas al mar y afección por la construcción de la desaladora" en la zona de la desembocadura del río Seco, en El Campello.

Además, ha concedido una "bandera negra" a "la problemática de la erosión costera debido a la mala gestión ambiental del Gobierno valenciano presidido por el PP durante los últimos 20 años".

Por el contrario, ha otorgado una "bandera verde" a la campaña internacional de limpieza del Mediterráneo 'Clean up the Med', organizada por la ONG italiana Legambiente".

En el informe denuncia "episodios de contaminación orgánica y de aguas residuales en aguas de baño en las que se asignan banderas azules" y la "regresión costera" por "la mala gestión hidrológica y de las costas, debida a urbanizaciones a pie de mar, diques de contención de riadas, regeneraciones artificiales de playas y obras de infraestructuras de ampliación de puertos y de defensa costera".

Asimismo, afirma que "uno de los principales problemas a los que se enfrentan las costas valencianas es el de la regresión costera y el impacto sobre uno de sus pilares económicos fundamentales: el turismo".

"Según diversos estudios, la Comunitat tendría la costa más erosionada de la península ibérica: el 14 % se encontraría afectado por procesos graves de erosión y el 52 % estaría en regresión, un deterioro causado por diversos factores", entre los que destaca "la brutal ocupación del frente litoral".

Ecologistes en Acció considera que "las regeneraciones artificiales de las playas, dejando aparte el coste económico, estarían afectando a las características de los sedimentos" a causa de "la artificialización de los aportes de sedimentos".

"Esta circunstancia afectaría, sobre todo, a municipios valencianos como Miramar, Piles y Oliva", dice en su informe.

De la misma manera, alerta de la "disminución de aportes sedimentarios a causa de la sobreregularización de los ríos mediante embalses y otras obras".

Así, "en la cuenca del río Segura, la aportación de estos materiales que habría creado históricamente las zonas de dunas de su desembocadura supone ahora la regresión de la misma al reducirse estos aportes", ha advertido.

Mientras, "la regularización del Júcar o del Segura ha sido muy fuerte y se ha ido limitando el aporte de nuevos sedimentos fluviales al sistema por parte de su principal fuente de suministros", indica el informe.

"Esto puede apreciarse notablemente en la regresión de la playa de Babilonia en Guardamar del Segura, en Alicante, donde el mar está demoliendo literalmente las casas construidas hace años en la playa", según la entidad.

Para Ecologistes en Acció, "el retroceso de la costa resulta más que evidente en algunos tramos del litoral valenciano y, aunque en otras zonas no sea tan palpable, es una tendencia generalizada en el País Valencià".

"Según algún experto, todo el litoral comprendido entre Benicarló y Oliva sufriría regresión en mayor o menor grado, otros incluso ampliarían este problema a toda la costa del territorio autonómico valenciano", dice el informe.

"En lo que se coincide es en las zonas más críticas: Oropesa, Cabanes y las playas sur de Burriana en Castellón; el sur del puerto de Valencia, la desembocadura del Júcar en Cullera y el sur del puerto de Gandia, en la provincia de Valencia, y Santa Pola-Guardamar en Alicante", asegura.