El Ministerio de Fomento ha dado la puntilla al polémico plan para la instalación del macrocentro comercial junto a Ikea en Rabasa bajo la figura de una Actuación Territorial Estratégica. Un proyecto se encuentra prácticamente muerto desde que el nuevo Consell paralizase su tramitación hace un mes por las sospechas de presunta corrupción paralizase su tramitación y de que el nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Alicante pidiera su anulación definitiva al considerarlo letal para el pequeño comercio. La consellera de Vertebración del Territorio, María José Salvador, indicó que ayer que Fomento ya les ha trasladado su informe y que es «contrario» al ATE al no dar por resueltos los accesos de tráfico previstos y exigir más medidas, lo que conllevaría un aumento del coste del proyecto.

Sin voluntad política y sin el aval de informes técnicos relevantes como el de Fomento, la Actuación Territorial Estratégica que tramita Alicante Avanza se debilita cada vez más y la llegada de Ikea a Alicante se supedita ahora a las negociaciones con Ayuntamiento y Consell. Consciente de ello, Ikea ya se ha reunido con el tripartito de Alicante que se comprometió a tramitar su instalación de manera rápida confiando en que la mercantil ceda en la reducción del macrocentro y que ya ha pedido una reunión al Consell, que por el momento no le ha dado cita pero tiene intención de hacerlo.

Así lo confirmó Salvador, quien destacó que «el ATE está en una fase muy inicial los informes técnicos y medioambientales son muy determinantes para decidir la viabilidad» y que faltan algunos de ellos. El de Fomento, uno de los más relevantes, sí se ha recibido ya en el Consell y es «contrario», dijo, por aspectos «técnicos» referentes a los accesos al tráfico, que no concretó.

Por su parte, desde el ministerio sostienen que «no es un informe negativo», pero admiten que en él se enumeran «peticiones» referentes a «accesos, estudios de tráfico, etcétera» para garantizar que «el incremento del tráfico que va a suponer no afecte al existente en el tronco de la autovía». Aunque no ofrecieron mayor concreción, el informe sigue así la línea de los anteriores, en los que Fomento ha venido reclamando costosas medidas a los promotores para evitar el colapso del tráfico en la autovía sin validar completamente las soluciones aportadas por los promotores, primero con el Plan Rabasa y después con el proyecto del macrocentro. Desde el desdoble de la autovía a accesos independientes al sector desde las rotondas de la Universidad y de la autovía de Alcoy. En la última versión, Alicante Avanza preveía ajustarse a las exigencias de Fomento planteando un sistema de accesos con un puente sobre la autovía y semáforos en la rotonda de la Universidad, en los que preveía invertir 19,6 millones de euros. Desde la Universidad de Alicante han venido advirtiendo del colapso de tráfico por el volumen de coches que atraería el macrocentro. La falta de accesos ha sido una de las principales líneas de las alegaciones de comerciantes, que vienen defendiendo una misma postura: Ikea sí, macrocentro no.

Negociaciones

Con independencia del ATE, Ikea mantiene su intención de ubicarse en Rabasa con una tienda de 42.000 metros cuadrados, pero sin renunciar a un centro comercial anexo de 83.000 metros cuadrados, al que los comerciantes se oponen. Así lo trasladó la multinacional tripartito del Ayuntamiento de Alicante a mediados de julio, que se comprometió a dar «una tramitación rápida que dé seguridad jurídica» para que venga Ikea confiando en que la multinacional acabe cediendo y recortando la superficie. La consellera María José Salvador aseguró que se reunirán con la mercantil y que «vamos de la mano del Ayuntamiento y del alcalde para que Ikea se instale».