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Retiran las placas de amianto del colegio San Roque

El Ayuntamiento habilitará en el solar un aparcamiento para los vecinos del Casco Antiguo

Los operarios, con mascarillas, empaquetan las placas de fibrocemento. víctor miralles

El derribo del antiguo colegio San Roque del Casco Antiguo, vacío desde el traslado de los alumnos a las nuevas instalaciones hace dos años, ha comenzado con la retirada de la cubierta de fibrocemento. Operarios con indumentaria de seguridad retiran esta semana las placas con amianto. Se trata de un residuo considerado peligroso para lo que el Patronato de la Vivienda que dirige los trabajos ha tenido que solicitar un permiso especial. Tras las labores para retirar la uralita del tejado, las máquinas comenzarán a demoler en los próximos días el edificio del antiguo colegio. En el solar resultante el Ayuntamiento habilitará un aparcamiento con cincuenta plazas para los vecinos, según las previsiones del Patronato de la Vivienda.

Se trata de un aparcamiento provisional hasta que se desarrolle el proyecto urbanístico de La Medina, que contempla la construcción de viviendas sociales y un aparcamiento, y que acumula más de una década de retraso. El derribo del antiguo colegio San Roque se enmarca dentro del proyecto para acondicionar el entorno de la plaza del Puente, en la que también se contempla la rehabilitación y puesta en valor del Torreón de la Pólvora y la muralla.

Las obras se adjudicaron en abril por 363.000 euros. Los trabajos se encuentran muy avanzados en cuanto a la rehabilitación del Torreón de la Pólvora y la explanación del solar existente entre el antiguo y el nuevo colegio San Roque, junto a la calle Villavieja. La demolición del antiguo centro escolar, sin embargo, se ha demorado algo más ante la necesidad de tramitar un permiso especial para la retirada de la uralita.

Se trata de un residuo peligroso para el que se establecen unas condiciones especiales de seguridad en su retirada, tal y como se recoge en el proyecto de demolición, que fija en 12.000 euros el coste de la retirada de las placas y recoge el protocolo a seguir. Al respecto, el proyecto indica que «los residuos que pudieran contener amianto se desmontarán con anterioridad a cualquier otro residuo. Se desmontarán, plastificarán, etiquetarán y paletizarán en obra con medios y equipos adecuados».

En cuanto al Torreón de la Pólvora del siglo XII, que formaba parte del sistema defensivo de la ciudad, apenas quedaban unos pocos sillares de la base. La rehabilitación contempla su reconstrucción con mármol rojo Alicante para que contraste con la piedra natural de la base del desaparecido baluarte, que crecerá hasta los cuatro metros de altura que tenía originariamente.

De esta forma, el torreón podrá visitarse en su mismo emplazamiento y visualizar su altura original. Para realizar la reconstrucción, los técnicos se han basado en planos y grabados de 1751, que reflejan lo construido.

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