Una pasajera que iba el sábado en el penúltimo tren-tram de la línea 1 hacia Alicante explicó ayer la enorme aglomeración que se produjo, ante la gran cantidad de personas que acudieron al concierto que se celebraba en El Campello. El convoy procedía de Benidorm e iba casi vacío hasta ese momento, pero en la estación campellera «una avalancha» de viajeros entró en él, con grandes «empujones». La saturación del vehículo fue tal que algún viajero incluso se subió -con el consiguiente peligro- al portaequipajes. «La gente gritaba y se quejaba, diciendo que no podía moverse ni casi respirar» ante tanta muchedumbre, relata esta viajera. Además, en cada parada -los últimos servicios de la línea 1 se detienen en todos los apeaderos- la aglomeración crecía. Esta usuaria se bajó en la parada de Campo de Golf, «después de mucho trabajo». No consta, pese a todo, que hubiera incidentes graves. A. T.