El Ministerio de Fomento va a finalizar la legislatura sin poder cumplir una de sus grandes promesas, la conexión mediante trenes de alta velocidad de las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana, Alicante, Valencia y Castellón, a las que, además, habrá que sumar una cuarta ciudad, Elche, a la que tampoco llegará la alta velocidad este año, ni el de Madrid, ni el Euromed. El motivo es el retraso que sufre la ejecución de la línea Murcia-Madrid y la demora de la construcción de un intercambiador de ancho de vía en Villena. Mientras poblaciones como León o Palencia si tendrán AVE este año.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) aprobó en diciembre de 2014 la construcción de la infraestructura en Villena para permitir que los trenes de eje variable que circulan por la plataforma de alta velocidad entre Alicante y La Encina puedan seguir viaje a Valencia en ancho ibérico (convencional), pero el proyecto no se activó hasta el pasado mes de mayo y ahora se encuentra en la exposición pública previa a las expropiaciones. Fuentes cercanas al proyecto apuntan que como muy pronto las obras empezarían a final de año con un plazo de ejecución de diez meses, con lo que no podrá inaugurarse hasta el otoño de 2016, y con otro factor añadido que puede ralentizar las obras: las elecciones generales y el posible cambio de Gobierno.
El coste del proyecto del bautizado como intercambiador de La Teja es de 11 millones de euros y representa un paso más en la ejecución del Corredor Mediterráneo para el tráfico de pasajeros y, en concreto, la programación del «AVE regional» que dejará el viaje entre Alicante y Valencia en una hora. Los trabajos comprenden la instalación de un intercambiador dual abatible, así como la construcción de ramales de vía de conexión, electrificación y obras complementarias. Se instalará entre los términos municipales de Villena y Fuente de la Higuera (Valencia), a 4 kilómetros del túnel ferroviario de esta última localidad.
La infraestructura servirá de elemento de conexión, en ambos sentidos, entre las vías de ancho internacional de la línea de alta velocidad que conecta con Alicante (y con Murcia una vez se ponga en servicio el trayecto Monforte del Cid-Elche-Murcia) y las actuales de vías ancho ibérico de la línea convencional que conecta con Valencia. Permitirá reducciones en los tiempos de viaje y mejora en la gestión.
Freno al «AVE privado»
Con la legislatura camino de iniciar su recta final y en su haber la inauguración del exitoso AVE entre Alicante y Madrid, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha visto, sin embargo, que debido a las dudas técnicas, la falta de previsión y, sobre todo, la ausencia de fondos públicos le van a impedir cumplir con tres de sus apuestas para esta legislatura y la cuarta, la incorporación de un operador privado para competir con Renfe en el corredor de alta velocidad Alicante-Puerta de Atocha se encuentra al borde del precipicio. Pastor está empeñada en sacarlo adelante, pero en las últimas semanas y a falta del dictamen del Consejo de Estado sobre su proyecto, se encuentra ahora con la oposición del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro y de Álvaro Nadal, uno de los gurús económicos del presidente Mariano Rajoy, empeñados en contener el déficit.
El tiempo corre en su contra porque, por otro lado, las empresas que mostraron interés por el proyecto no aceptan el canon que deben pagar para que sus trenes circulen por las vías propiedad de Adif. Fomento ofrece rebajas de entre el 30% y 50% pero ni así.
Renfe paga ahora mismo unos 500 millones de euros al año por utilizar vías y estaciones. La entrada de un operador privado tiene sentido porque la plataforma tiene capacidad para que circulen un 70% más de trenes.
